Mario Almeida acudió la mañana de este sábado, 2 de julio, antes de que abrieran el distribuidor de tanques de gas en la parroquia Pifo. Él estaba en tercer lugar de la fila; tuvo que esperar más de 30 minutos hasta que llegara el camión y descargaran los tanques. Sin embargo, indicó que esta vez la fila no pasaba de 30 personas.

“En los días de paro nacional, la fila se daba la vuelta en la cuadra; ahí sí se complicó”, contó el ciudadano.

Durante este fin de semana, las filas por espera de un cilindro de gas de uso doméstico se mantuvieron ante la alta demanda de clientes. Cerca del mediodía, la mayoría de las distribuidoras cierran sus puertas, pues se vende todo.

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Durante el paro nacional existió un desabastecimiento de cilindros de gas, porque el paso en las vías estuvo cerrado. Los camiones no lograron trasladarse hasta las plantas de envasado.

El intendente de Policía de Pichincha, Washington Casamen, dijo que mantienen los operativos de control del precio del gas, hoy con mayor énfasis, mientras se vuelve a la normalidad, tomando en cuenta que el paro nacional terminó.

Acotó que no se han emitido sanciones, sino citaciones que funcionan como exhorto para que los centros de abastecimiento cumplan con el precio establecido, que es de $ 1,60. También vigilan que no exista acaparamiento o un alza injustificada del costo.

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El intendente dijo que la planta de tratamiento ubicada en la parroquia de Pifo, en el nororiente de Quito, estaba esperando la llegada de los camiones desde la vía Alóag-Santo Domingo; que actualmente ya están envasando en la planta y están distribuyendo de a poco.

“Esperemos que hasta el próximo martes, 5 de julio, se logre restablecer el sistema normal y la demanda se haya cubierto”, agregó.

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Un distribuidor de la parroquia Tumbaco, que pidió que su nombre se mantenga en reserva, informó que este sábado llegaron 490 cilindros de gas, pero que todos se vendieron. Antes de las 11:00 tuvo que cerrar, porque no tenía ni uno solo.

“Los clientes vienen y se hacen largas filas, pero se está vendiendo todito. Mañana tal vez nos llegue a las 13:00 un nuevo cargamento; ahí hemos de tener otra vez filas”, agregó.

Juan David Molina hizo una fila de 40 minutos hasta adquirir un tanque de gas para su casa. Sin embargo, en la noche tuvo que volver a acudir para buscar una unidad para un familiar; entonces, según expresó, no tuvo que hacer mucha fila y compró sin problema. Pero ya esta mañana encontraron el local cerrado, pues ayer se les terminó todo. (I)