El proyecto cenizario Urkupamba, ubicado en las faldas del volcán Pichincha y que se convirtió en tendencia tras el aluvión que arrasó con los sectores de La Comuna y La Gasca, perdió la licencia metropolitana urbanística (LMU) otorgada el 20 de junio de 2020 por la Administración Zonal Norte (AZN) Eugenio Espejo. La misma administración emitió una nueva resolución el 4 de febrero de 2022 con la que extingue la licencia.
De acuerdo con ese documento, que lleva la firma electrónica de Gina Yánez, administradora de la Zona Norte, se dispone a la Dirección de Gestión y Territorio “dejar sin efecto los registros informáticos y libros correspondientes” a la licencia en cuestión.
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Además, señala “dejar a salvo los derechos que la Constitución y la ley otorgan a la naturaleza y a los habitantes del DMQ, para respetarse integralmente su existencia y garantizarlas frente a los efectos negativos de los desastres de origen natural o antrópico mediante la prevención ante el riesgo, la mitigación de desastres, la recuperación y mejoramiento de las condiciones sociales, económicas y ambientales, con el objetivo de minimizar la condición de vulnerabilidad”.
A través de un comunicado, el Municipio de Quito enfatizó que la licencia favorable, que se otorgó al proyecto en junio de 2020, fue durante la gestión del exalcalde Jorge Yunda.
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“En el año 2019, la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito determinó que la ubicación del citado proyecto se encontraba en una zona de protección ecológica y que no podía desallorarse ningún tipo de proyecto; pese a ello, el exalcalde Jorge Yunda infringió la norma y otorgó los permisos para su desarrollo, en perjuicio de los vecinos de la zona y del bosque protector, lo que constituyó un atentado a la seguridad de la ciudad de Quito”, dice el comunicado oficial, colgado en redes sociales.
La licencia de junio de 2020 fue declarada nula en junio de 2021, por la misma administración zonal. Después, en diciembre de 2021, la Procuraduría Metropolitana, por un recurso de revisión planteado por la empresa promotora del cenizario, revirtió la última decisión y reactivó la licencia a favor del proyecto. Ahora, nuevamente queda sin validez.
Andrés Carrasco, gerente de Urkupamba, confirmó a EL UNIVERSO que la tarde de este viernes recibió en su correo la resolución que deja sin efecto la LMU. Rechazó la medida y anticipó que apelará en las instancias pertinentes. Para él, el tema cayó en una pugna política entre Yunda y el actual alcalde, Santiago Guarderas.
Algunos sectores responsabilizan al cenizario por el aluvión del 31 de enero que, hasta el momento, ha dejado 28 fallecidos, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad del Municipio. Sin embargo, el propio alcalde Guarderas aseguró que Urkupamba no tenía relación con la tragedia en La Gasca y La Comuna.
La mañana del viernes, varios concejales y funcionarios de la AZN, así como de la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Sanamiento (EPMAPS) y de la Secretaría de Ambiente, acudieron al predio para realizar una inspección. En los exteriores, sobre la avenida Occidental, un grupo de moradores de los barrios aledaños protestó en contra del proyecto.
Otra concentración de rechazo ocurrió por la tarde, en la intersección de las avenidas Occidental y Mariana de Jesús, norte de la urbe, impulsada por la Unión de Barrios. Esta organización reúne a habitantes de al menos ocho sectores que se oponen al desarrollo de Urkupamba, ya que consideran que representa un riesgo para las laderas del Pichincha y la comunidad. (I)