La compraventa de acciones de empresas a través de las bolsas de valores de Quito y de Guayaquil no representa ni el 1 % de todo el movimiento que registró el mercado de valores en 2024, cuando alcanzó la cifra de $ 15.700 millones.
Este tipo de transacciones representa entre $ 80 millones y $ 90 millones anuales, en promedio, siendo principalmente empresas financieras y no financieras de gran tamaño las que participan, indicó César Robalino, gerente general de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ).
A propósito del control que anunció el Gobierno a la compraventa de acciones de empresas, con el fin de mejorar la recaudación del impuesto a la renta única (IRU) que aplica a las ganancias obtenidas en esas transacciones, Robalino aclaró que no todas las operaciones se negocian a través del mercado de valores.
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Explicó que las bolsas de valores desempeñan la labor de juntar al comprador y al vendedor de títulos valores. Dentro del concepto de títulos valores está la renta variable, que son acciones.
En el momento de realizar una transacción, es decir, cuando alguien compra acciones, se realiza un pago monetario a cambio del título valor correspondiente. Estos títulos valores, específicamente acciones que se negocian en el mercado, son desmaterializados, es decir, no tienen una representación física, describió Robalino.
En Ecuador, el custodio privado encargado de mantener estos títulos valores desmaterializados es el Depósito Centralizado de Compensación y Liquidación de Valores (Decevale).
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Al respecto, Robalino señaló que “el Decevale a mí me garantiza, como una persona que compré una acción, que mi título lo tienen ellos custodiado y está a mi nombre”.
Este organismo también es responsable de los procesos de compensación, liquidación y retención tributaria de las operaciones realizadas dentro del mercado bursátil.
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Sin embargo, el gerente de la BVQ puntualizó que, cuando alguien compra acciones de manera particular fuera del mercado bursátil, estas operaciones no son gestionadas ni monitoreadas por las bolsas de valores.
“Yo interpreto que es esa parte en la cual el Gobierno tiene información. Ahí sí nosotros no tenemos injerencia. Tenemos injerencia, como digo, en el proceso de cómo se maneja en el mercado de valores”, dijo el gerente.
El Servicio de Rentas Internas (SRI) emprendió un proceso de supervisión de la venta de acciones. Ya se han identificado casos que no han declarado y otros en los que habría subvaloración de esos títulos, afectando el pago real del impuesto del 10 % sobre la ganancia.
Según información del SRI, alrededor de 6.000 contribuyentes no han declarado el impuesto a la renta único y podrían generar $ 50 millones este año.
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Además, la entidad señaló en días pasados que en el país hay más de $ 29.000 millones de dividendos sin distribuir entre accionistas.
El director general del SRI, Damián Larco, mencionó que el impuesto está vigente desde el año 2015 y en los diez años que está vigente no ha sido fiscalizado como corresponde, dijo el 18 de junio en una entrevista en Teleamazonas.
“Es un impuesto que no se ha controlado antes. Y estamos buscando todas estas acciones para generar mayores recursos para la caja fiscal. Este año 2025, la recaudación está sustentada en dos pilares: la reactivación económica y planes de acción de impuestos que no se han cobrado en años anteriores”, subrayó Larco.
Reconoció que aún existe cierto desconocimiento sobre la aplicación del impuesto, porque antes no había un control riguroso.
Mencionó que de momento cerca de 300 contribuyentes han acatado el pago del impuesto, lo que ha generado un pago promedio anual de $ 30 millones.
La supervisión a la venta de acciones es una de las medidas que adoptó el Gobierno para elevar la recaudación de impuestos, a falta de una reforma tributaria, en un año en el que no se contará con ingresos ocasionales que se recibieron en 2024 por contribuciones temporales.
Para el gerente de la Bolsa de Valores de Quito, la estrategia de control que ejercerá el SRI abona a evitar irregularidades en las transacciones, considerando que muchas operaciones escapan de la intervención de las bolsas de valores y el Decevale.
“Yo creo que en el concepto todos tenemos la obligación de pagar nuestros impuestos. Entonces, si el SRI está con la estrategia de hacernos pagar a todos lo que debemos pagar, me parece superbién, porque lamentablemente en el país hay mucha informalidad. No todos pagan lo que tienen que pagar. Si esa es la estrategia de cobrar todos los impuestos que no están cobrados, bienvenidos sean”, comentó. (I)