Enrique tenía un pequeño local de venta de repuestos automotrices en el norte de Guayaquil, pero con la pandemia -en el 2020- su estabilidad económica se derrumbó. Por dos años estuvo en busca de un trabajo, pero por su edad -55 años- se le hizo esquivo hasta que a finales de marzo pasado encontró una plaza en una camaronera.

El excomerciante ahora es parte de las 2′967.972 personas en Ecuador que tienen un empleo pleno hasta el primer trimestre pasado, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Sin embargo, pese a la caída del 1,2 % del desempleo, aún existen 324.904 personas que buscan un trabajo y otros 1′701.796 están en el subempleo, cifras que cobran más vigencia este 1 de mayo, el Día del Trabajo, en el que seis actores de este mercado laboral opinan sobre qué le falta a Ecuador para generar más plazas de trabajo.

Para Javier Pin la edad no debe ser una barrera para conseguir un trabajo. Fd Ronald Cedeño Foto: El Universo

El empleado: “Debe haber más oportunidades para los mayores de 40 años”

La historia de Enrique le es muy familiar a Javier Pin, quien trabaja desde hace un año como mensajero en la empresa Ecokakao. Pin perdió su trabajo por la pandemia tras cinco años de labores en su anterior empresa y estuvo un año sin empleo hasta que en el 2022 pudo ubicarse otra vez.

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Asegura que por su edad se le hizo “demasiado” difícil conseguir trabajo. “Debe haber oportunidades para todos, para todas las edades porque ya a cierta edad no funcionan las solicitudes de trabajo, piden hasta 38 o 40 años”, asegura el empleado de 43 años.

Pin cree que un trabajador que se queda sin trabajo a los 40 años pierde casi toda posibilidad de llegar a jubilarse. “No puede ser que uno se quede sin trabajo cuando la jubilación está a los 60 o 65 años, uno no puede jubilarse y bueno se queda a los 40 años sin trabajo se pierde”, lamenta el mensajero.

Para el empresario Miguel Rossignolli se debe bajar la tramitología, fomentar la microeconomía y flexibilizar el mercado laboral. Foto: Cortesía de Miguel Rossignolli

El empresario: “Hay que pensar más en la gente que está en la calle y menos en los grandes industriales, y activar la microeconomía en el país”

Para el empresario Miguel Rossignolli la receta para crear más empleos en el país es clara: bajar la tramitología y trabas a los empresarios, fomentar la microeconomía y flexibilizar el mercado laboral.

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Rossignolli tiene un grupo empresarial formado por tres compañías: Ecovitali, Lugisa y Prestto, dedicadas a los servicios, tecnología y al comercio internacional.

Reconoce que el Gobierno ha hecho su parte en firmar acuerdos internacionales que abren los mercados, pero dice que eso solo sirve para las compañías que actualmente cuentan con preexistencia de capacidad productiva, con capacidad para salir o los capitales que pueden fomentar esos proyectos, pero asegura que el 60 % del mercado local no tiene dinero para crear el marco de consumo necesario para poder activar una microeconomía.

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Cree que el país debe centralizarse en cobros sencillos de impuestos una vez al año no programados, con auditorías aleatorias, permitir que la economía fluya, libre de impuestos y sin restricciones, con un poder político, técnico y jurídico comprimido para que la tramitología sea lo menos posible y con una economía con acceso a nuevas fuentes de crédito.

Carlos Cevallos, quien lleva 7 años emprendiendo con un negocio de comida, afirma que se debe eliminar la discriminación laboral por edad e impulsar el empleo juvenil; además de normar contratos ocasionales. Foto: Cortesía de Carlos Cevallos

El emprendedor: “Se debe equilibrar la contratación de trabajadores jóvenes sin comprometer la continuidad laboral de aquellos que se acercan a la jubilación”

Hace tres años a Carlos Cevallos le tocó emprender tras siete años de estar sin trabajo.

“Lastimosamente las empresas no escogen a personas que ya pasan los 40 años de edad, piensan que no son productivas”, lamenta Cevallos, mientras entrega almuerzos a los trabajadores de varias construcciones.

Afirma que se debe eliminar la discriminación laboral por edad e impulsar el empleo juvenil; además de normar contratos ocasionales. “Todos debemos tener beneficios”.

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“Los trabajadores con más de 20 años de servicio o que tienen más de 50 años de edad no deben ser despedidos basados únicamente en su edad. Se debe equilibrar la contratación de trabajadores jóvenes sin comprometer la continuidad laboral de aquellos que se acercan a la jubilación. Para que el país tenga un buen desarrollo se debe invertir en mejorar la educación”, manifiesta Cevallos.

Pedro Posligua es el propietario de la tienda Sexy Stop. Asegura que fomentar la inversión a través de incentivos fiscales y la reducción de barreras burocráticas atraerán a empresas que deseen invertir en el país. Foto: Cortesía de Pedro Posligua

El comerciante: “Debe haber incentivos fiscales y fomentar el empleo juvenil”

Pedro Posligua lleva 18 años trabajando en el comercio, los últimos en el de artículos para adultos como propietario de la tienda Sexy Stop.

Habla de fomentar la inversión a través de incentivos fiscales y la reducción de barreras burocráticas para atraer a empresas que deseen invertir en el país.

También fortalecer el sistema educativo y la capacitación de los trabajadores para mejorar la calidad y productividad de la mano de obra en el país.

Posligua está a favor de reducir la carga regulatoria. “Se puede simplificar el proceso de creación de empresas y mejorar el clima de negocios, lo que puede atraer más inversiones y generar empleos”, explica el comerciante, quien también advierte que el empleo juvenil es un tema crítico en Ecuador, ya que muchos jóvenes enfrentan dificultades para encontrar empleo y adquirir experiencia laboral.

Cree que un proyecto de mentorías y coaching pueden orientar desde muy temprano a los jóvenes y proporcionar asesoramiento sobre la elección de carreras óptimas y descubrir así las actitudes sin perder tiempo.

Juan Torres, productor bananeros desde hace 20 años, cree que la producción de plazas de trabajo crecerían, sobre todo ene l campo, si se cumplieran las leyes. Foto: Cortesía de Carlos Torres

El productor: “Las leyes deben cumplirse para que el productor reciba el pago justo y pueda generar más trabajo”

Juan Torres lleva 20 años involucrado en la producción de banano en la provincia de Los Ríos. Hoy, 1 de mayo, trabajará como todos los días, pues asegura que en el campo no existen los feriados, pero tampoco el cumplimiento de las leyes y lamenta que a nivel de país no haya un horizonte o un rumbo en la parte agrícola.

Ejemplo de esto, según Torres, es lo que sucede con la Ley del Banano y el precio mínimo de sustentación.

Asegura que al no recibir el pago justo, los agricultores deben dejar de contratar gente para sus fincas. Torres habla de $ 4 o $ 3 por caja de banano, cuando el pago mínimo es de $ 6,50 y recuerda que en el 2022, con el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, llegaron a recibir hasta $ 0,80 por caja.

“Lo que se necesita es que las leyes se cumplan, que seamos ordenados, que cambiemos nuestra forma de actuar”, afirma el bananero, quien asegura que el incumplimiento de las leyes crea inconvenientes para crear plazas de trabajo, sobre todo en el sector rural.

Entre las soluciones que plantea el empresario y exportador Kléber Sigüenza están los cambios al código laboral y la seguridad social.

El exportador: “Se debe cambiar el código laboral para que permita horarios y contratación dinámicos”

Kléber Sigüenza, gerente de la empresa Orodelti, quien se dedica a la producción de banano, cacao, caña de azúcar y exporta principalmente a Estados Unidos y Europa, dice que para generar más empleo se debe lograr un gran acuerdo nacional para modificar totalmente o al menos en parte el código laboral para que permita horarios y contratación dinámicos.

También hacer cambios en la seguridad social para permitir el ahorro individual y la competencia de fondos privados; y disminuir paulatinamente el sistema productivo proteccionista de precios oficiales y altos aranceles en materias primas y bienes importados que encarecen la producción nacional y disminuyen la capacidad adquisitiva de los salarios.

Además cree que se debe eliminar las empresas públicas ineficientes que consumen los escasos recursos públicos para priorizarlos en inversión, en seguridad, justicia, salud y educación pública popular de calidad. Por último, permitir la inversión privada en el mantenimiento y construcción de carreteras y puentes. (I)