Con el mar calmo, los operarios mueven con grúas los pesados bloques que reforzarán el muro que por un siglo protegió al mayor puerto de Chile y uno de los principales del Pacífico sur, debilitado ahora por las marejadas extremas. Este fenómeno climático ha afectado en los últimos años las operaciones del puerto estatal de San Antonio, en la zona central de Chile, pero también las de Manta en Ecuador y El Callao en Perú, señalan a la AFP responsables de los complejos.