Que una consola de videojuegos que en Estados Unidos tiene un precio al público de $ 499 y que en Ecuador se comercializa a no menos de $ 1.500, es decir, el 300 % más de su valor real, es una distorsión del mercado que podría por lo menos variar un poco a la baja con la intención del Gobierno de eliminar el 35 % del impuesto a los consumos especiales (ICE) que actualmente se grava para este segmento de productos.