Ya sea por concepto de devolución del impuesto a la renta (IR) u otros ajustes en declaraciones fiscales al Servicio de Rentas Internas (SRI), esta entidad puede generar una nota de crédito desmaterializada.
Se emite como un “saldo o anotación electrónica” que se acreditará en la cuenta virtual creada para el efecto a nombre del beneficiario y es libremente negociable a través de las siguientes opciones: negociación directa con otra persona natural o jurídica y a través de una casa de valores, indica el SRI.
De esta forma, Liquidez.ec presenta una alternativa, según el gerente general de la empresa, Gianpolo Lauri, a través de una plataforma que permite a todos los contribuyentes negociar sus notas de crédito desmaterializadas, las cuales han sido producidas por un saldo a favor del SRI. “Negociamos esas notas de crédito, se las compramos y en menos de 30 minutos tiene el saldo en su cuenta bancaria”, afirma.
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De acuerdo con Lauri, en mayo se las compraron a 833 personas naturales y el año pasado llegaron a $ 50 millones en notas de crédito desmaterializadas. Han atendido a clientes de las 24 provincias del país.
¿Cómo saber si tiene un saldo a favor?
Lauri explica que tanto las personas naturales que están enroladas como las que facturan pueden llegar a tener derecho a una devolución. “Para personas naturales lo que normalmente se devuelve en forma de nota de crédito desmaterializada es el exceso de pago del IR, pero si usted es una persona que factura y tiene un reclamo de IVA también se lo devuelven en forma de nota de crédito desmaterializada”, detalla.
Comenta que hay dos formas de pedir esta devolución al SRI. La primera es a través del crédito en cuenta, es decir, se pide que se deposite en la cuenta, para lo cual —dice— el SRI se va a tomar un tiempo, en función de la disponibilidad de los recursos.
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La otra alternativa es que se pida una nota de crédito desmaterializada, que no es un papel, sino que es un fondo que le acreditan en el estado de cuenta del SRI y esto, desde que se lo solicita hasta ser emitido, puede demorar entre 15, 21 y hasta 30 días máximo. Este saldo es lo que el contribuyente puede negociar con Liquidez.ec.
Lauri apunta que incluso las notas de crédito con valores pequeños también pueden ser vendidas. “Hemos comprado de $ 20, de $ 30, de $ 50 y de $ 100. No tenemos un monto mínimo ni un monto máximo. He escuchado: ‘Es que solo me devolvieron $ 50, no vale la pena’. Claro que vale la pena. Cualquier monto lo pueden pedir, el SRI le emite por cualquier monto y nosotros le compramos por cualquier monto”.
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Como ejemplo muestra que si la nota de crédito desmaterializada es de $ 10 con el descuento, en este caso $ 0,98, que resulta del 9,80 %, recibiría $ 9,02.
Otro ejemplo, con $ 150 el descuento sería de $ 12,60 por el 8,40 %, por lo que el valor neto a recibir en la cuenta bancaria es de $ 137,40.
Mientras más alto es el valor de la nota de crédito, menos es el descuento.
En el sitio web www.liquidez.ec hay un cotizador donde el interesado puede hacer su revisión. Asegura que no hay costos ni porcentajes ocultos, el trámite es en línea. Una vez que las personas cotizan y están de acuerdo con el valor, ingresan sus datos, suben el trámite a la plataforma y, como siguiente paso, el equipo de Liquidez.ec lo revisa. Luego, se envía un contrato y, una vez cumplidos los requisitos, los fondos se depositan en las cuentas de los clientes dentro de los siguientes 30 minutos. Añade que, en los próximos diez días, como parte de la automatización el cliente podrá firmar el contrato en línea.
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Garantiza que los datos personales no pueden ser vulnerados por nadie, además de que tampoco permiten que exista el comercio de una nota de crédito de otra persona, solamente acreditan los fondos al dueño de la cuenta del titular de la nota de crédito. “No es que una persona me vende y se le deposita a otra persona u otra persona me vende una nota de crédito. Eso no existe. Simplemente compramos al titular y le depositamos en la cuenta del titular como seguridad”, expresa.
Las notas de crédito desmaterializadas que compran las vuelven a vender a otras empresas, que las usan para pagar retención a la fuente, el IVA, etc.
La empresa comenzó sus operaciones en 2020 y cuenta con el respaldo del Grupo Andersen, que tiene una trayectoria de más de quince años en el país con el servicio de soluciones tributarias. (I)
