Los ejes y pilares de una nueva política petrolera que buscaba una mayor participación del sector privado, migración de contratos, duplicar la producción, reformas legales y un fondo de estabilización petrolera cuyos recursos irían a combatir la desnutrición infantil constan en el Decreto Ejecutivo 95 que el Gobierno aceptó derogar a pedido de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), dentro del diálogo instalado para terminar con quince días de paralizaciones.