El frío pega duro en la Avenida José Antonio Cabrera, en el barrio de Palermo, en Buenos Aires. Sobre todo por la mañana y por la noche, cuando los rayos del sol todavía no brindan protección de las temperaturas invernales, el termómetro puede marcar grados bajo cero. A pesar de eso, varios comercios de fruta y verdura están abiertos.