Al ingresar a la Universidad Católica, Steve Mestanza junto con su esposa, Yulissa Valenzuela, e hijo, no sabían hacia dónde dirigirse. Con su mirada buscaba a un militar que lo oriente. Y así fue, al uniformado lo encontraron en la escalera del edificio principal, desde donde repetía en voz alta frente a un grupo de personas: “De la (junta) 420 a la 424 aquí; de la 425 a la 432 en el parqueadero”.