El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel ha sugerido que la UE podría utilizar el artículo 122 del Tratado para requisar legalmente las vacunas contra el Covid-19, en caso de incumplimiento de contrato por parte de una farmacéutica, apuntando sobre todo a la de AstraZeneca y Oxford. En una carta enviada a varios dirigentes europeos (Austria, de Chequia, Dinamarca y Grecia) que le habían comunicado su preocupación, Michel dice que esta medida "le daría a la UE y a los Estados miembros los medios legales, mediante la adopción de las medidas urgentes adecuadas, para garantizar la producción y entrega de vacunas eficaces para nuestra población".

El presidente del Consejo también remitió esta sugerencia a la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, el mismo día que la Comisión ha anunciado que mañana aprobará su propio mecanismo de control y transparencia de las exportaciones de vacunas para garantizar que las dosis inicialmente destinadas a los Estados miembros no se exporten indebidamente.

"Apoyo cualquier esfuerzo por resolver este problema con las empresas a través del diálogo y la negociación", afirma Michel, según recoge el diario ABC de España. "Sin embargo, si no se puede encontrar una solución satisfactoria, creo que deberíamos explorar todas las opciones y utilizar todos los medios legales y medidas de coacción disponibles en los tratados", prosigue el funcionario europeo.

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Bruselas prevé adoptar este mecanismo este viernes, aunque especifica que el objetivo principal es aumentar la transparencia y niega que persiga "bloquear" la exportación de vacunas fuera de la UE. Esta medida "de emergencia" entraría en vigor inmediatamente y será aplicable durante el primer trimestre del año, aunque podrá ser renovada si los problemas persisten.

Pero existen problemas entre los mismos europeos. Concretamente el bloque comunitario contra Reino Unido, recientemente separado.

Gran Bretaña choca con la Unión Europea porque Bruselas se niega a aceptar que los británicos tengan preferencia sobre las dosis producidas en su territorio por AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

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La Comisión de Salud de la UE rechazó rotundamente el miércoles el argumento de Pascal Soriot, director ejecutivo de la empresa anglo-sueca, de que estaba obligado por contrato a abastecer primero al Reino Unido.

Es cierto que ya rige el Brexit y que Reino Unido ya no es parte del bloque, pero hay contratos de preventa anticipada de vacunas que la Unión Europea exige a su par cumplir.

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"Esto no habría que hacerlo en un mundo ideal, pero hemos visto que no todo funciona bien", han argumentado las mismas fuentes. El Ejecutivo comunitario justifica este sistema por la necesidad de controlar cuántas dosis producidas en plantas europeas salen de la UE y también para rendir cuentas al contribuyente europeo, cuyo dinero ha sido utilizado para reservar unidades de la vacuna durante los últimos meses.

Para ello, la UE obligará a las compañías farmacéuticas de cada país a informar a las autoridades nacionales de aduanas sobre su intención de exportar vacunas a un tercero. En esta solicitud tendrán que especificar cuántas dosis se venderán, dónde han sido producidas y a quién se envían. En el inicio de la crisis, la UE ya adoptó una medida similar para evitar la salida de equipos de protección personal.

Las autoridades nacionales serán las encargadas de evaluar cada petición y decidir si autorizan el contingente o lo rechazan. Para ello utilizarán "criterios legalmente sólidos" sobre los que todavía está trabajando la Comisión Europea, puntualizan fuentes comunitarias.

Las excepciones del mecanismo

El sistema contará con excepciones, como las exportaciones a países vecinos o de renta baja, y prevé que las decisión sobre si autorizar o no una remesa no se demore más de 24 horas.

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Bruselas cree "justo" tener acceso a toda esta información en las circunstancias actuales y piensa que las exportaciones serán permitidas en la mayoría de los casos. Solo se rechazarán "en circunstancias muy específicas", cuando se detecten "incoherencias" que apunten a que esas vacunas deberían quedarse en el bloque de acuerdo con los contratos firmados entre la UE y las compañías.

"Sería un caso raro, pero puede pasar", advierten desde el Ejecutivo comunitario, que insiste que el objetivo básico del mecanismo es disponer de "información" que ahora no llega por la "falta de claridad" que rodea al proceso. (I)