El mundo se prepara para celebrar hoy una inusual Navidad y en pocos días una inédita fiesta de fin de año a causa de la pandemia de COVID-19.

La emergencia sanitaria que ha trastocado las tradiciones en casi todo el planeta, este año privará desde la reina Isabel y a millones de personas de ver a sus familiares, de tomar vino o chocolate y hasta de cantar villancicos.

Tanto los Gobiernos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han instado desde hace semanas a no bajar la guardia, pese a las ganas que pueda tener la gente de reencontrarse con sus seres queridos y relajarse un momento tras un año complicado.

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Bélgica es el país que más ha limitado el número de comensales en Navidad: un invitado por hogar, dos para las personas que vivan solas. Luxemburgo autorizó dos invitados y en Francia, no podrá haber más de seis personas en la mesa.

Noruega fue un poco más flexible para las fiestas y permite reuniones de hasta diez personas. “Deberán improvisar y quizá alargar un poco la mesa para poder respetar la distancia”, declaró la primera ministra, Erna Solberg.

En el Reino Unido, las reuniones familiares de tres hogares como máximo estaban permitidas hasta antes de que la nueva cepa del virus apareciera. Desde el domingo pasado el primer ministro Boris Johnson confinó a 9 millones de londinenses y a 7 millones de personas más en el sur del país, donde las familias no podrán reunirse en Navidad.

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En otras zonas del Reino Unido, los cinco días previstos de relajación de restricciones se vieron reducidos a únicamente al 25. La reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, pasarán las fiestas en el castillo de Windsor y no en familia, en su residencia de Sandringham como es tradición.

Canadá también se ha sumado a las restricción y la provincia canadiense de Quebec dio marcha atrás en su decisión de permitir reuniones durante cuatro días en Navidad, ante el aumento de infecciones.

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Italia también adoptó reglas muy restrictivas a los desplazamientos, prohibidos entre regiones del 21 de diciembre al 6 de enero, y entre ciudades mañana y pasado y el 1 de enero. Las autoridades decidieron que se mantenga el toque de queda de 22:00 a 05:00 y que para Año Nuevo será prolongado hasta las 07:00.

El toque de queda en Navidad de medianoche hasta las 05:00 también está vigente en Bélgica, en Luxemburgo será desde las 23:00 hasta las 06:00 durante las fiestas y en Francia entrará en vigor un toque de queda a partir de las 20:00, salvo la noche de hoy.

En España, el Gobierno pidió evitar los desplazamientos entre regiones, salvo cuando se trate de visitas familiares.

Alemania, que ya había cerrado restaurantes, lugares culturales y deportivos, ordenó el cierre de comercios “no esenciales” hace dos semanas y prohibió la venta de alcohol en la vía pública, vetando los puestos de vino caliente. “Si tenemos demasiados contactos ahora, y resulta ser la última Navidad con los abuelos, habremos pasado algo por alto”, advirtió Angela Merkel.

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Por otro lado está Francia, en donde los comercios “no esenciales” volvieron a abrir, con motivo de la campaña navideña, pero todos los restaurantes y las salas de espectáculo siguen cerrados, lo que ha sido cuestionado por el sector alegando una desigualdad.

En otros países, como Suiza se anticipó que los restaurantes podrán abrir durante los festejos y que podrán cerrar más tarde en Año Nuevo.

Las restricciones para las celebraciones también se han impuesto en países de Latinoamérica, como es el caso de Colombia donde se han prohibido las aglomeraciones, el consumo de alcohol en la vía publica y se implementó el cierre de fronteras terrestres desde inicios de diciembre hasta mediados de enero. En Perú las medidas se han enfocado en la restricción de circulación vehicular y al desplazamiento. En Ecuador se han prohibido los eventos públicos y las aglomeraciones y las visitas a las playas serán por horarios. (I)