La rivalidad por el control de bandas organizadas que operan en el interior del Centro de Privados de Libertad de Varones de Esmeraldas (CRSVE) derivó en un nuevo enfrentamiento con la muerte de seis internos y doce heridos, la mañana del domingo 6 de diciembre.

El incidente se registró entre los presos de los pabellones C de máxima seguridad y B de mediana seguridad, desde las 08:30 del domingo.

Los grupos enfrentados fueron los Tiguerones, que operaría con unos 900 integrantes, y Los Gánster Negros, con 200 hombres, según una fuente.

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Los Tiguerones serían una ramificación de la banda Los Choneros, organización con injerencia en otros centros de privación del país y cuyos miembros han protagonizado varias riñas en Guayaquil.

Los otros serían Lagartos con subbandas que también buscan la jerarquía entre las personas privadas de libertad.

Videos y fotos filtrados por los presos evidencian cómo los internos golpearon con maderos y a puntapié a uno de los muertos. Otro cuerpo quedó boca abajo y se veía abundante sangre derramada en la acera de los pabellones.

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Como supremacía del acto vandálico quemaron tres de los cadáveres, lo que generó un amotinamiento de los presos, relataron familiares que se disponían a visitar a los internos, la mañana del domingo.

Los fallecidos son Luis Obregón Cuéllar (27 años), Julio Cortez Campos, Juan Banguera Méndez, José Murillo Murillo, Patricio Vivero Quiñónez y Ángel Valencia Caldas. Los heridos son Carlos M., Iván T. P., Mario C. A., Brayan C. Q., Ricardo V.G. y Juan E. N.

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Este lunes 7, los familiares tenían inconvenientes por la falta de cédula para llevarse sus muertos del Centro Forense de Esmeraldas. Las víctimas son de Esmeraldas, San Lorenzo, Eloy Alfaro, La Concordia y Santo Domingo de los Colorados.
La mayoría de los fallecidos serían de la banda Los Gánster Negros.

Uno de los seis presos recapturados que huyeron del recinto carcelario durante el amotinamiento relató a uno de los guías penitenciarios que prefería fugar antes que morir o ser parte de la masacre. Él en su intento de fuga quedó atrapado en la alambrada metálica del perímetro de seguridad de la cárcel, ocasionándole varias heridas en el cuerpo.

Los propios internos ayudaron a trasladar a sus compañeros heridos hasta el policlínico carcelario. La garita de ingreso se improvisó también como sitio de emergencia hasta el traslado de las víctimas al hospital del sur Delfina Torres y los fallecidos al Centro Forense de Esmeraldas.

Traslado a Guayaquil

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Tras la masacre ocurrida en la cárcel de Esmeraldas, 46 reos de ese centro fueron trasladados hasta la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.

Los presos llegaron en un bus a las 07:30 de este lunes y permanecían en el área de transitoria. Ahí les entregaron uniformes y uno por uno de los casos iban a ser analizados para determinar a qué áreas debían ser asignados.

Una fuente indicó que un equipo de abogados del Departamento de Diagnóstico iba a revisar las sentencias, los delitos, los partes policiales y la conducta de los privados de libertad. (I)