Ocho días después de que se anunciaran los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos, Donald Trump no ha reconocido aún su derrota ante Joe Biden. Aunque parece cerca de hacerlo, con pequeñas señales o lapsus sucesivos.

"Él ganó porque la elección fue amañada", tuiteó el mandatario en la mañana del domingo, en referencia al exvicepresidente de Barack Obama.

Así, Trump evocó de nuevo su hipótesis de un fraude masivo, que no ha sido respaldada por ningún elemento concreto.

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Pero las dos primeras palabras de su tuit ("He won", "Él ganó") llamaron la atención porque es la primera ocasión que las pronuncia después del anuncio de resultados.

El viernes, Trump se refirió por primera vez -aunque a medias- a la victoria de su adversario demócrata al dejar entender, antes de retractarse, que él ya no estaría más al frente de la gestión de la crisis del coronavirus después del 20 de enero, día de la toma de posesión presidencial.

Los resultados de todos los estados ya fueron anunciados por las grandes cadenas de televisión del país. Biden consiguió 306 votos electorales, contra los 232 del presidente saliente: justo las mismas cifras, pero a la inversa, que en la victoria del magnate republicano -calificada entonces por él como un "maremoto"- frente a Hillary Clinton en 2016.

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Y varias autoridades electorales locales y nacionales, entre ellas la agencia de ciberseguridad y de la seguridad de las infraestructuras (CISA), que depende del ministerio de la Seguridad Interior, han rebatido frontalmente las acusaciones de irregularidades vertidas por el presidente.

"La elección del 3 de noviembre fue la más segura de la historia de Estados Unidos", afirmaron en un comunicado conjunto.

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"No existe ninguna prueba de un sistema de voto que se haya borrado, perdido o cambiado papeletas, o que haya sido pirateado de ninguna forma". (I)