En Estocolmo, Suiza, eran las 11:47 de la mañana, pero en Palo Alto, San Francisco, eran las 2:47 de la mañana. Paul Milgrom, no sabía que había ganado el premio Nobel de Economía. Dormía plácidamente hasta que unas voces lo levantaron.

Del otro lado de la puerta de Milgrom estaba Roberto Wilson, el otro economista premiado con el Nobel, quien acudió a la casa de su compañero y vecino para darle la buena nueva, que ya se replicaba en los portales de noticias del mundo.

“Paul, es Robert Wilson, ganaste el Premio Nobel. Están tratando de contactarte, pero no pueden. Parece que no tienen el número”, le dijo Wilson por un intercomunicador.

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Wow. Ok (...)”, exclamó Milgrom. Mientras que la esposa de Wilson le dijo “contesta tu teléfono”.

The #NobelPrize committee couldn't reach Paul Milgrom to share the news that he won, so his fellow winner and neighbor Robert Wilson knocked on his door in the middle of the night. pic.twitter.com/MvhxZcgutZ

Los estadounidenses Paul Milgrom y Robert Wilson ganaron el Premio Nobel de Economía 2020 "por sus mejoras en la teoría de subastas y la invención de nuevos formatos".

Robert Wilson, de 83 años, demostró, entre otras cosas, que los participantes racionales en una subasta tienden a hacer una oferta inferior a la situación óptima por miedo a pagar en exceso. Consultado en la conferencia de prensa poco después de que se anunciara el premio, Wilson se mostró encantado con la noticia y dijo que él mismo nunca había participado en una subasta. "Nunca participé en una subasta (...) Mi esposa me señaló que compramos unas botas de esquí en eBay, supongo que fue una subasta", dijo, recoge el portal Portafolio.

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Paul Milgrom, de 72 años, en cambio, formuló la teoría que muestra que las subastas "generan precios más altos cuando los compradores obtienen información sobre los valores estimados de unos y otros durante la subasta". (I)