Una niña de un año murió la noche del viernes pasado en extrañas circunstancias y hoy es motivo de investigación judicial.

Ocurrió en La Florida, noroeste de Guayaquil. La infante fue trasladada hasta un centro de salud por su madre y su padrastro, ahí fue declarada muerta.

Según la autopsia, la menor murió por una asfixia, pero el médico legista no dio más detalles por lo que el padre de la niña, Miguel Cárdenas, y la familia de la madre acudieron a la Fiscalía para denunciar la muerte y pedir una investigación exhaustiva.

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Cárdenas asegura que no le habían dejado ver a su hija en dos meses y que el sábado la hermana del padrastro lo llamó para pedirle la partida de nacimiento, pues necesitaban el documento para retirar el cuerpo de la morgue.

“Así me enteré. Si no era por el papel, no me decían nada”, cuenta el padre indignado. Él asegura que el padrastro se hizo pasar por él para hacer los trámites en la morgue y que cuando fue interrogado por la familia, dijo que se estaban bañando los tres y que habrían dejado un rato sola a la niña.

Aseguró que escucharon un grito y que cuando fueron a verla la menor estaba convulsionando.

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Cárdenas insiste en que cuando revisó el cadáver de su hija cuando la estaba vistiendo notó que tenía moretones en todo el cuerpo. Además, señala que ya había puesto una denuncia previa por maltrato meses atrás y que luchaba por verla.

En este caso aún no hay detenidos. Ayer el padre acudió a la Fiscalía para pedir una orden y acceder a un informe médico del centro de salud donde fue atendida la niña.

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Él intenta descubrir qué pasó con su hija en sus últimos dos meses en los que no pudo estar con ella. (I)