Esta mañana, junto a los representantes del sector pesquero y el respaldo de los asambleístas de la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Asamblea, el viceministro de Acuacultura y Pesca, Andrés Arens, expresó su oposición a la ampliación de la Reserva Marina de Galápagos más allá de las 40 millas que ahora posee.

Frente a la posibilidad de que se amplíe la Reserva o se cree una zona adicional para la conservación de las especies marinas alrededor de las Islas Galápagos, Arens señaló que si se empieza a reducir la zona de pesca por el incremento de la zona de reserva del área marina se va a ahuyentar al sector pesquero, ocasionar la quiebra de ciudades como Manta y poner en serios problema a industrias relacionadas con la pesca como conservas, enlatados, aceites y camarón.

El viceministro aseguró que no hay ningún sustento técnico, ningún estudio científico, elaborado por un Instituto Nacional acreditado que avale una ampliación de la reserva, y que la flota ecuatoriana, que es la que pesca en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) no tiene un alto porcentaje de incidentabilidad de especies vulnerables.

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"Estamos hablando de especies altamente migratorias, las especies recorren muchísimos kilómetros al año, proteger un punto en el Océano no va a hacer que se conserve de mejor manera las especies (...) Proteger todas estas áreas, crear prohibiciones, yo creo que no es la solución (...) ", aseguró Arens y agregó que no es conveniente incrementar la reserva, sin capacidad de control.

Del sector pesquero industrial, Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería, señaló que la zona que está fuera de la zona protegida es muy importante para la pesca de la flota ecuatoriana, que del total de pesca en Ecuador, el 25% se realiza en las zonas económicas exclusivas (ZEE) y que, de ese 25% (unas 280 mil toneladas), el 96% es en la ZEE de Galápagos y que el 46% de la flota son barcos pequeños.

Leone también señaló que el incremento de reserva marina no solucionará problema de flota extranjera en altamar, que la flota atunera cumple una serie de reglamentaciones para cuidar las especies y también la pesca como la liberación inmediata de otras especies, y que la flota pesquera ecuatoriana se somete a todos los controles y regulaciones existentes, con sanciones muy severas si se incumple.

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El titular de la Cámara de Pesquería señaló que tampoco es solución, para proteger las especies, la creación de un corredor marino. Sobre este tema, más tarde, Arens manifestó que el proyecto macro del corredor entre Galápagos y la Isla de los Cocos (Costa Rica) es un área gigante donde se quiere conseguir que se impida la actividad pesquera en supuesto resguardo de las rutas de migración que son mucho más amplias de las "zonas que dicen querer proteger".

Sobre el mismo tema, Luigi Benincasa, director ejecutivo de la Asociación de Atuneros del Ecuador (ATUNEC), dijo que quiere alertar sobre "todo un paquete" que afectará a la industria ecuatoriana, no solo la ampliación de la reserva, sino el corredor marino que une Galápagos y El Coco, de 211 millones de hectáreas que "pretenden cristalizarlo" y prohibir la pesca. "Quieren esos corredores para los cruceros, mucho ojo", dijo.

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Benincasa reiteró que Ecuador descarga hasta 400 mil toneladas de atún al año y, si se amplía la reserva, el 55% de los barcos que pescan fuera de las 40 millas van a quebrar y se restaría la ventaja competitiva de la flota ecuatoriana que es la única autoriazada a pescar ahí.

"No van a afectar a la flota extranjera, sino a la flota pesquera ecuatoriana. Liquidamos a los medianos, Manta vive de la pesca (...) Van a afectar a los más pequeños y se va a venir un problema social porque mucha gente irá al desempleo y eso derivará en delincuencia", añadió Benincasa.

Guillermo Morán, representante de TUNACONS (integrada por cinco empresas), señaló que existe liberación de las especies sensibles de tortugas y tiburones, que la pesca incidental de tiburones no pasa del 1%, que se ha mejorado la información científica y se contribuye a evitar los impactos en la diversidad marina, que la pesca industrial está regulada y que se continúa trabajando en la reducción de la pesca incidental.

Del sector pesquero artesanal participaron representantes de las cooperativas del Continente y de Galápagos que coincidieron en rechazar la intención de ampliar la reserva. Gabriel Cruz, presidenta de Cooperativas Pesqueras del Ecuador (Fenacopec), dijo que hay que cuidar la naturaleza, pero también hay el derecho al trabajo. "Somos más de 200 mil familias que van a ser afectadas", señaló.

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En tanto, Grace Unda, de la Cooperativa de Producción Pesquera de Galápagos “PROMAR”, dijo que la mitad de embarcaciones no están operativas porque no hay incentivos, no pueden pescar con palangre porque los sectores ambientalistas lo prohibieron y tienen una "lucha de veinte años" para que se les permita pescar e insistió en que el Viceministerio de Pesca tenga presencia en las Islas porque ahora están manejados por el Parque Nacional y bajo la influencia de sectores ambientalistas.

Dionisio Zapata, de la cooperativa de pesca de Galápagos Copropag, sostuvo que los conservacionistas se preocupan de su sueldo y que los barcos turísticos son los que han destruido la naturaleza. Pedro Ascencio, representante de la Asociación de Armadores Pesqueros, manifestó que tiene que haber un estudio de la biomasa porque hay una sobre población de tiburones y eso también perjudica a la actividad pesquera.

"Estoy de acuerdo con la mayoría de las expresiones que se han vertido hoy, creo que se ha expuesto con claridad la participación que tiene el sector de la pesca en la economía y los problemas sociales que tiene el sector pesquero artesanal de Galápagos, lo que representa la pesca para Ecuador", expresó Arens, quien intervino después de todos estos sectores.

Al final, la Comisión de Soberanía Alimentaria, aprobó, por unanimidad, una resolución propuesta por el asambleísta, Carlos Bergmann, en la se pide que se mantenga la Reserva Marina en las 40 millas y, adicionalmente, se solicita a los organismos competentes los sustentos para pedir la ampliación.

La Reserva Marina de Galápagos fue creada en 1998 y hay propuestas, tanto en la Asamblea como de sectores ambientalistas de analizar una posible ampliación de 40 millas a 80 millas náuticas.

En diciembre del 2019, en la 25 Cumbre del Cambio Climático de Naciones Unidas, realizada en diciembre del 2019 en Madrid (España), el presidente Lenín Moreno lamentó que persistan los riesgos ecológicos en la Sierra, Amazonía y las islas Galápagos, señaló que fortalecerá las áreas protegidas y, en ese contexto, señaló que las islas Galápagos enfrentan desafíos como la contaminación plástica continental, presión de flotas pesqueras y pesca ilegal. "Estamos analizando su ampliación para cuidar ese patrimonio en beneficio de la humanidad, población local y su biodiversidad", dijo. (I)