Científicos estadounidenses concluyeron en un estudio que la piel tatuada producía menos sudor que las áreas sin tinta y que el sudor emanado de las áreas con pigmento tenía más salinidad.
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Los científicos estimaron que la alteración de la sudoración es un hecho probado y "podría considerarse un posible efecto secundario clínico a largo plazo de los tatuajes".
Científicos estadounidenses concluyeron en un estudio que la piel tatuada producía menos sudor que las áreas sin tinta y que el sudor emanado de las áreas con pigmento tenía más salinidad.
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Van der Poel mantiene el liderato de la competencia.
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