Desde la época de la colonia, el cacao ha tenido un rol protagónico en la economía. Al boom de la 'pepa de oro' se asocia el surgimiento de la banca, la aparición de una plataforma industrial y el desarrollo de Guayaquil como una ciudad con alma comercial.

Cosechado inicialmente como una planta silvestre endémica, el cacao se enviaba a Nueva España (México) por el siglo XVII. Ya para antes de la vida republicana, España era el principal destino.

Quienes han seguido la influencia del cacao en la economía sitúan, al menos, dos etapas de un boom. Roberto Aspiazu, autor del libro Crónicas de la historia, señala que el cacao pasó de representar el 50 % de exportaciones hacia la mitad del siglo XIX hasta un máximo de 75 % en su último cuarto.

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Desde esa época, el cacao había ganado su reputación, especialmente el cosechado en la zona de arriba, como se conocía el área de Los Ríos y algo de Guayas, donde se desplegaban las grandes haciendas.

Las divisas del cacao fueron fortaleciendo grupos con importantes fortunas. Jorge Aycart, miembro del Club de Historia del Archivo Histórico del Guayas, indica que las familias Aspiazu, Seminario, Puga, Burgos y Sotomayor manejaban un importante grupo de haciendas.

La producción se duplicó hacia 1880 (15 000 toneladas métricas), y se triplicó por los años 20 (40 000 toneladas métricas), según la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao.

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Esa bonanza permitió el desarrollo de la banca guayaquileña, que prestaba dinero a productores y exportadores, explica Aspiazu, quien agrega que ese movimiento de divisas a su vez forjó grandes casas comerciales en Guayaquil.

La presencia de productos importados aumentó. Los registros señalan las importaciones entre 1908 y 1918 se multiplicaron 5,25 veces.

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Ese despertar económico ayudó además a la aparición de industrias: ingenios azucareros, fábricas de fideos, y chocolates.

Era una época en que los ingresos del Estado se nutrían por las divisas que generaban las exportaciones cacaoteras y el pago de impuestos de las importaciones.

Guayaquil de los primeros años de 1920 ya contaba con más de 100 000 habitantes. Aycart dice que ese crecimiento se debió al cacao. Esa ciudad vio nacer, el 16 de septiembre de 1921, el Diario EL UNIVERSO.

No obstante, las secuelas de la guerra y la caída de precios fueron marcando un declive. Un escenario que años más tarde se complicó con la aparición de la monilia y luego, en 1922, con el hongo de la escoba de la bruja. Con la crisis cacaotera se desató la protesta de los trabajadores.

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A pesar de los vaivenes en algunos periodos, que le hicieron perder algo de protagonismo, las exportaciones de cacao se han mantenido en el top ten. Actualmente, en este sector mueve la economía de más de 400 000 familias, con más de 500 000 hectáreas.

Francisco Miranda, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao, indica que la cultura cacaotera no se ha perdido y hoy se cuenta con genética que permite tener variedades muy productivas. Él habla de un nuevo boom.

El principal comprador de cacao ecuatoriano es Estados Unidos, seguido del sudeste de Asia y el mercado europeo.

Miranda afirma que pese a la pandemia se espera que las exportaciones aumenten. El último récord de exportaciones fue en el 2018, con 315 000 toneladas y este año se espera sobrepasar las 340 000 toneladas. "Hoy el reto es afinar las cadenas comercializadoras de cacao y seguir trabajando en el desarrollo de mercados", dice. (I)

El dato

Cerca del 70 % de los cultivos de cacao están en manos de pequeños productores. Los productores medianos son el 20 % y los grandes el 10 %.