Encuentros cordiales en el Palacio de Carondelet que incluían selfies con sonrisas en grupo y recibimientos afectuosos y conversaciones previas a cada una de las 36 comparecencias que ha realizado a la Asamblea son algunas de las características de la relación que existía entre la ministra de Gobierno, María Paula Romo, y la mayoría de asambleístas hasta antes de las investigaciones de corrupción que ahora tienen preso a Daniel Mendoza y prófugo a Eliseo Azuero.