Días después del anuncio del presidente ruso Vladimir Putin sobre el desarrollo de una vacuna ''bastante eficaz'' para el COVID-19, que acumuló más dudas que elogios, en ese país se está trabajando en una vacuna contra esta enfermedad, pero ahora para animales, que se espera sea probada en otoño.

"Estamos trabajando en la creación de una vacuna para animales contra la nueva infección por coronavirus", dijo Sergey Dankvert, director del Servicio Federal para la Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria (Rosselkhoznadzor) "La vacuna se necesita principalmente para el visón... (Los visones) se transmiten rápidamente el virus entre sí", indicó.

Rusia tiene alrededor de 100 granjas de pieles especializadas en el cultivo de visones para su gran industria peletera, informa el periódico Daily Mail. En España, Dinamarca y en Países Bajos se detectaron visones con coronavirus, por lo que las autoridades ordenaron el sacrificio de los animales para evitar que los granjeros se infectaran.

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Por otra parte, los gatos y felinos en general también serían susceptibles a contraer el coronavirus, aunque hasta ahora se cree que no lo pueden transmitir a los seres humanos. "La gente también querrá vacunar a las mascotas, por ejemplo, los gatos que se infectan con una nueva infección por coronavirus", dijo Dankvert.

Primer lote para humanos

Las autoridades rusas afirmaron el sábado que habían producido su primer lote de la vacuna para humanos contra el coronavirus, anunciada la semana pasada por Putin y que el resto del mundo recibió con escepticismo.

El mandatario ruso dijo que la vacuna experimental fue registrada en Rusia por el Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Nikolai Gamaleya, en Moscú, en asociación con el ministerio ruso de Defensa.

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Putin había incluso afirmado que una de sus hijas había sido vacunada con la Sputnik V, nombre elegido para el fármaco, que hace referencia al satélite soviético puesto en órbita en 1957 en plena Guerra Fría.

Investigadores occidentales en cambio se mostraron escépticos. Algunos sostienen que una vacuna desarrollada de manera precipitada puede ser peligrosa, pues la fase final de los ensayos (donde se comprueba su eficacia con miles de voluntarios) recién comenzó la semana pasada. (I)