Seis vacunas tomaron la delantera en su desarrollo para contener la epidemia del coronavirus COVID-19. La propagación de la enfermedad ha tocado a todos los continentes y dejado más de 18 millones personas contagiadas en el mundo y 702 mil fallecidos.

La Universidad de Oxford con AstraZeneca, Sinovac, Sinopharm, Moderna y BioNTech/Pfizer son las cinco entidades que ya se encuentran en la fase 3 de acuerdo al último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con fecha 31 de julio.

Ante una luz del descubrimiento de una vacuna eficaz contra el SARS-CoV-2, varios países han comenzado la carrera por hacerse de las dosis necesarias para su población. Es por esto que se conformó la iniciativa COVAX, liderada por la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización, GAVI, la OMS y a la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) en busca de un acceso igualitario de las naciones a esta.

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Esta iniciativa busca el acceso equitativo global a una vacuna contra el COVID-19 y además hay países que las financiarán con sus propios presupuestos de finanzas públicas y otros de bajos ingresos pueden recibir apoyo mediante donaciones voluntarias.

En una entrevista con Telerama, el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, señaló que firmaron el convenio COVAX Solidarity y que realizaron una relación directa con Moderna para que lleguen a través de una transacción por lo menos dos millones de dosis inicialmente.

Al igual que Ecuador, hay otros países como Estados Unidos, que buscan garantizar la mayor cantidad de dosis de vacuna para sus pobladores, lo que reduciría la posibilidad de acceso de otras naciones.

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"Hemos tenido también la apertura, en varias instancias, inclusive a la Universidad de Oxford para decirle que Ecuador estaría dispuesto a ofrecer su población, una población diversa, una población que vive a diferentes alturas, que tiene una mezcla racial y étnica importante para que prueben la vacuna, para que se haga un testeo de la vacuna aquí en Ecuador", dijo Zevallos.

A finales de julio, el ministro también indicó que ha tenido acercamientos con la empresa Pfizer de Estados Unidos, que está en un consorcio con el laboratorio BioNTech, de Alemania, para desarrollar una vacuna.

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Dijo que de misma forma enviaron la propuesta para beneficiarse de la vacuna de la empresa china Sinovac.

El 31 de julio, la Junta de GAVI acordó permitir a 92 países de economías de ingresos bajos y medios acceder a las vacunas a través del Compromiso de Mercado Avanzado (AMC) Covax. Mientras que 78 países ya habían presentado su interés por escrito y necesitarán firmar un acuerdo legal vinculante legal para la compra de dosis a través de la iniciativa y para esto el compromiso "deberá confirmarse en el próximo mes (agosto) haciendo contribuciones financieras por adelantado, lo que permitirá que la iniciativa celebre acuerdos de fabricantes para el suministro futuro de vacunas".

Inicialmente las vacunas se entregarán para un 20% de la población y serán destinadas para trabajadores de la Salud y grupos vulnerables. Para fines de 2021 se plantean entregar dos mil millones de dosis a todos los países participantes.

Valeria Torres Espín, bioquímica clínica y magíster en Salud Pública y Epidemiología, explicó que una vez que las vacunas cumplan con la fase 3, que implica probarla en una mayor cantidad de población y demostrar que se tiene una respuesta inmune versus un placebo, se emite una licencia de uso y autorización. Además señaló que el establecer acuerdos comerciales con los laboratorios no es un impedimento para pertenecer a esta iniciativa.

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"Cualquier país puede participar no hay ningún problema, dependerá de todos los arreglos que se pueda llegar a tener. Independientemente de que los países puedan llegar a un acuerdo comercial con AstraZeneca, independientemente que eso pueda pasar, también pueden ser parte de GAVI, que es lo que va a hacer el acceso a la vacunación independientemente si yo tengo el dinero o no", dijo.

AstraZeneca y Oxford ya anunciaron que venderá al costo 2000 millones de dosis, mientras que Pfizer y Moderna lo harán al precio comercial. Justamente este miércoles se anunció que costará entre 32 y 37 dólares la dosis del último laboratorio.

"De acuerdo a la situación de cada país, por ejemplo, en Estados Unidos todo es el valor, muy de mercado, si hay una mayor demanda entonces sube el precio, si hay una menor demanda baja el precio. Como ahorita hay una mayor demanda y estas dos empresas tiene sus filiales (Pfizer-Moderna) justamente en Estados Unidos, probablemente sea un precio elevado", expresó.

Torres puso como ejemplo la vacuna del meningococo cuyo valor hace unos 10 años era cercano a los 120 dólares la dosis, mientras que años después se redujo a la mitad. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el precio promedio ponderado de esa vacuna es de $ 20,30.

En el 2015, el Ministerio de Salud Pública y la OPS firmaron un convenio de cooperación para que a través de un Fondo Rotativo se adquieran vacunas, jeringas, implementos y equipos de cadena de frío. En el 2016, el país destinó 64,46 millones de dólares para la Estrategia Nacional de Inmunización.

En el Fondo Rotativo, los estados miembros participantes aportan un 4.25% del valor neto de compra a un fondo común. "De este porcentaje, 3% es utilizado íntegramente como capital de trabajo para poder ofrecer una línea de crédito a los Estados Miembros que la requieran" y lo restante para gastos administrativos, explica la OPS.

Posibles escenarios que beneficiarían a Ecuador

La especialista considera el escenario ideal sería si Oxford y AstraZeneca liberan la licencia para generar el compuesto en otras sucursales farmacéuticas en Latinoamérica para subir su producción y así acceder más población a una vacuna.

"Aunar esfuerzos para que todos los países puedan producir lo que ya sabemos que funciona o si es que hay varias vacunas que funcionan a la vez que todos podamos hacer... No digo con esto que todas sean gratuitas, obviamente todo este esfuerzo cuesta, pero si a un menor costo y una mayor prontitud", explica y añade que el principal problema que se tiene es poder tener la suficiente producción de una vacuna que sirva.

Estima que a fines del 2021, el personal de salud de Ecuador pueda llegar a tener a una vacuna. (I)