Las últimas semanas ha sido noticia la negociación que lleva adelante el gobierno ecuatoriano con tenedores de deuda -también llamados bonistas- para paliar la crisis de flujo de dinero que tiene el país.

Pero antes de entrar a este tema es importante conocer que lo que llamamos bonos del Estado son papeles que se negocian para obtener ingresos, lo que a su vez genera una deuda que se paga de acuerdo al tiempo e intereses acordados en la venta.

Roberto Palacios, profesor de la escuela de negocios Espae - Espol, comenta que también se conoce a esta deuda como "deuda soberana" porque es potestad del Estado cumplirla.

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Cuando el Estado necesita recursos por X razón, incluido para gastarlo en gasto corriente aunque lo óptimo sería para invertir en obras, emite deuda.

Una vez que un gobierno decide hacerlo ordena al Banco Central del Ecuador emitir, por lo que este a su vez busca a una empresa privada especializada en esto (broker), que sabe qué puede funcionar mejor en el mercado internacional, para estructurar y poner esos bonos en el mercado.

"Normalmente se emite un decreto con las características básicas, que son el monto, la tasa de interés que de forma fija o variable el Estado ofrece pagar a los compradores, tenedores, inversionistas; tercero está el plazo (tiempo que dura) y cuarto las condiciones de pago de los intereses y la devolución del capital", dice Palacios, quien agrega que el pago de los intereses suelen ser anuales y la devolución de capital depende de lo estipulado y la capacidad de pago.

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Una transacción que se puede negociar

Pero la estructura de la deuda no solo depende de lo que propone un Estado, sino también de lo que los inversores estén dispuestos a ofrecer.

Puede que haya los que acepten las condiciones, pero también otros piden cambios para cerrar.

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"Hay un concepto adicional que se debe entender: el rendimiento. Usted puede emitir, por ejemplo, 100 unidades monetarias a una tasa del 10% a través de bonos. Si el inversionista entrega las 100 unidades va a recibir la tasa de interés indicada. Pero él también puede decir por ese papel de 100 unidades, considerando que usted es un Estado de riesgo, yo le voy a entregar solo 90 unidades monetarias y cuando el bono venza -termine el periodo de tiempo establecido- recibiré 100 unidades más el interés. Esto configura un mejor rendimiento superior al 10% que se ofrecía", apunta Palacios, quien agrega que esta es una compra a descuento del valor par que le da más rentabilidad al inversionista.

¿Dónde se comercializan los bonos del estado?

Estos bonos se comercializan en el mercado internacional y en el local -en mucha menor medida-. En este último caso se le conoce como deuda interna y las condiciones son un poco distintas porque el bolsillo de los compradores locales es más corto y el Estado puede aceptar hasta dar intereses trimestrales, cuando en el mundo se pagan anual, normalmente.

Quienes los adquieren en el mercado internacional son inversionistas especializados - usualmente fondos de inversión- que pueden asumir riesgos.

Se los adquiere al intermediario de valores, que en ese caso son los brokers.

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"El Ecuador ofrece un instrumento como los bonos globales con intereses del 9%, que llegaban a rendimientos del 12%. Pocos papeles permiten un rendimiento tan alto en el mercado internacional, entonces lo inversionistas sí los compran porque tienen carteras muy diversificadas de millones de títulos de valores con inversiones en X cantidad de empresas, gobiernos, países, y cuando se tiene eso se puede asumir riesgos porque si le va bien gana un buen rendimiento de alrededor del doble de lo que haría con una empresa de mediano riesgo, mucho menor que el de un título de riesgo como el de un país como Ecuador", dice Palacios.

Pablo Vega, docente de la Universidad San Francisco de Quito, añade que en estas transacciones puede haber compradores iniciales que luego los venden a otros.

¿Qué ocurre cuando no se cumple con los pagos?

Cuando se emite un bono se firma un contrato y el no cumplir con el pago puede acarrear una pérdida de reputación sustancial, algo que en el mercado internacional es muy importante.

Incluso cuando se es un Estado de riesgo alto, mientras pague no hay problema para volver a buscar este tipo de financiamiento. Pero si se entra en default -el no pago de este deuda- también traería otros problemas como la posible incautación de bienes del estado fuera de las fronteras del país, explica Vega.

El experto también comenta que en esos casos es más difícil conseguir financiamiento.

¿Cuál es el beneficio de esta herramienta?

A través de bonos se puede conseguir que prestamistas internacionales que participan en el mercado internacional de valores te puedan dar su dinero. Montos que no podrían lograrse ni de lejos con inversión local.

Tal vez algo en contra sería que las negociaciones pueden afectar no solo al gobierno que las emite sino a los que haya mientras dure el tiempo establecido en el acuerdo con el comprador. Los bonos suelen ser a 5 o 10 años.

Vega también explica la diferencia de optar por esta vía en vez de buscar préstamo con los organismos multilaterales. Por ejemplo, el Banco Mundial y BID son instituciones que promueven el desarrollo económico y sus préstamos están ligados a proyectos en esa línea. El FMI, a donde se suele ir en última instancia, también tiene condiciones y se deben definir objetivos en la negociación.

En cambio, el dinero recibido a través de bonos se puede disponer para lo que el gobierno quiera. Además de que depende de la cantidad de dinero que se busque porque los organismos tienen recursos limitados y varios requerimientos para saber cuánto pueden dar a un país. En los bonos el límite lo pone el mercado.

¿Qué pasa con el Ecuador y por qué negocia su deuda actual con tenedores de bonos?

Según Palacios, el país está amarrado con la deuda y es difícil salir. Solo cuando el gobierno tenga mejores ingresos o menos gastos se podría pensar que se podría dejar de usar la deuda como instrumento de financiamiento.

Además señala que el Ecuador vive del precio del petróleo, elemento que no controla, y la situación interna también hace que los ingresos por impuestos bajen. Por ello, busca un respiro con los tenedores.

Agrega que el país está endeudado en alrededor de 60% PIB, lo que significa que ya está altamente endeudado.

En tanto, Vega dice que la negociación actual es algo similar a cuando una persona que tiene un préstamo en un banco y no puede pagar busca una negociación con la entidad para cambiar los plazos y montos establecidos en el contrato.

Entonces, lo que busca el Estado es pagar menos y aplazar el pago porque si entra en default se cierran muchas puertas, incluyendo el volver a emitir bonos y hasta puede afectar la relación con los multilaterales.

Actualmente el gobierno ecuatoriano negocia con los tenedores para bajar la tasa de interés y aplazar el pago y el vencimiento. Sin embargo, hay que ver qué están dispuestos a aceptar los tenedores de bonos. Ya hay una parte que no quiere hacerlo.

Esto, es importante porque el riesgo país del Ecuador haría demasiado caro el volver a emitir pues habría que ofrecer intereses de alrededor del 30% para hacerlos atractivos y aún así habría que ver si encuentran clientes por la garantía a que se dé esa manera. Además eso incrementaria el porcentaje de la deuda respecto al PIB. (I)