María Eulalia Sanipatín es una mujer de 73 años, diabética y ciega, quien este martes 28 fue ingresada a la Penitenciaría del Litoral, luego de que el lunes en un patrullaje de rutina se descubriera que ella tenía una boleta de captura vigente, pues había sido sentenciada a ocho años de cárcel por peculado.

La familia de la mujer contó que ella salía en un taxi informal para comprar sus pañales y que cuando retornaba a su casa se encontraron con el operativo policial.

Ella no portaba su cédula, pero como se la sabe se la dictó al policía y este revisó en el sistema. De ahí la llevaron a la Policía Judicial y le hicieron un chequeo médico, el doctor dijo que a ella por su condición no podía ir presa, así que le dieron arresto domiciliario esa noche (lunes)”, contó Juana Ochoa, hija de María Eulalia, quien ayer acudió a la Penitenciaría con las medicinas de su madre, pues cuando ingresó no le permitieron entregarle nada.

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Ayer la familia hizo un pedido formal para entregar los ocho medicamentos que la adulta mayor necesita, por la retinopatía y neuropatía que padecería, pero hasta el cierre de esta edición no había una respuesta de la institución.

La hija de Sanipatín contó que su madre fue cajera en el hospital infantil Francisco de Ycaza Bustamante hace 19 años y que entonces hubo una investigación por el robo de 400 dólares, pero asegura que nunca se le comprobó nada a su madre y ella siguió con su vida hasta el lunes.

“Mi mamá fue investigada con otro cajero por un faltante en la caja y por un robo sistemático. Los despidieron, pero mi madre puso una denuncia y un tiempo después la tuvieron que indemnizar por despido intempestivo y le pagaron”, relata Ochoa, quien explicó que el martes su madre fue llevada a una audiencia que se desarrolló de forma virtual.

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Solo el policía pudo entrar a la sala, la respuesta del juez fue que como ya había una sentencia ella debía ir a la Penitenciaría, contó la familia de la mujer que permanece recluida en el área de mujeres.

“En la cárcel no la querían recibir por su estado, porque en el patrullero se desmayó”, contó Juana entre lágrimas.

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Ella explicó que al parecer la investigación por peculado se habría reactivado en el 2012 y habrían juzgado a su madre sin que ella se enterara.

El abogado Hernán Ulloa conoció el caso este miércoles y se entrevistó con la familia de la adulta mayor, quienes están desesperados y temen que Sanipatín no sobreviva muchos días en la prisión.

Ulloa este miércoles alistaba un recurso de habeas corpus para sacar lo más pronto posible a la mujer de la Penitenciaría.

Él mencionó que más allá de la pena o si es o no culpable, María Eulalia por su condición no puede permanecer en la cárcel, pero destacó que tras revisar el caso notó que no habría una investigación profunda sobre los responsables de la sustracción de valores.

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“A esta mujer la sentencian a 8 años por 400 dólares”, recalcó el abogado y manifestó que ella tuvo en algún momento del proceso un defensor particular, pero que este no la habría asistido en el momento del juzgamiento ni tampoco se habría considerado su casillero judicial para notificaciones.

Según Ulloa, esto podría causar la nulidad del proceso contra los cajeros. (I)