Alrededor de $18 000 millones de cartera han sido diferidos en el sistema financiero tanto bancario privado y público como cooperativo. Así lo reveló el ministro de Finanzas, Richard Martínez, en una comparecencia ante el pleno de la Asamblea, el miércoles por la tarde.

El funcionario acudió en calidad de presidente de la Junta de Política y Regulación Monetaria, y explicó que las medidas adoptadas de manera temprana por la entidad han beneficiado a los clientes que pudieron aliviar la carga de sus deudas fruto de los problemas generados por la pandemia. Además hizo referencia al cumplimiento de la Ley Humanitaria que ha sido complementaria, dijo.

En cuanto a bancos y cooperativas privadas el diferimiento llegaría a $17 381 millones. De esta cifra, el ministro informó que 1 977 246 operaciones se acogieron al diferimiento por un total de $10 800 millones. De acuerdo con los datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, Asobanca, más del 70 % de esta cartera que pertenecía al segmento del microcrédito ha sido diferida.

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Mientras tanto, en las cooperativas que pertenecen a la Economía Popular y Solidaria se han contemplado 840 584 operaciones de diferimiento por un monto de $6581 millones. El 66 % de estas se dio en las provincias donde más impacto causó el COVID-19.

Y señaló que, en marzo, también fue necesario actuar en el mercado de valores, con el fin de evitar problemas a las inversiones de las empresas, con acuerdos entre emisores e inversores de títulos valores.

De esta forma, entre abril y junio, un total de 65 empresas de distintos sectores económicos, que proveen empleo a unas 17 000 personas, pudieron realizar diferimientos de pagos de los títulos valores por alrededor de $25 millones.

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César Robalino, expresidente de la Asobanca, explicó que los bancos han podido absorber el shock de manera eficiente y que aún siguen siendo sólidos y tienen liquidez.

De acuerdo con conversaciones que se han llevado con varios bancos privados, se conoce que estos están dispuestos a reprogramar los créditos, ampliar plazos e incluso bajar tasas, pero se lo analizará caso por caso. También se ha advertido que este tipo de alivio se debe dar a las empresas que lo requieran para volverse viables, pues hay otras que sí tienen músculo financiero y sí pueden seguir pagando.

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La banca, dice Robalino, pedirá información "para realizar la reprogramación y la entrega de crédito de manera muy certera".

La banca pública difirió 516 millones

La banca pública también ha aplicado el diferimiento a al menos 117 392 operaciones por un monto total de $516,3 millones. De esta cifra, $300 millones son de la Corporación Financiera Nacional; $116 millones corresponden a BanEcuador; $72 millones al Banco de Desarrollo del Estado (BEDE) y $16,8 al Conafips.

Sobre el tema, la Corporación Financiera Nacional (CFN) dijo que esta entidad acatará lo dispuesto por la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera que señala que durante el periodo del estado de excepción por calamidad pública y hasta 60 días después de finalizado el mismo, los clientes de bancos privados y públicos podrán acogerse, a su solicitud personal o por iniciativa directa de las entidades financieras, previa notificación y aceptación del cliente, al denominado diferimiento extraordinario. Explicó que esta última reforma entró en vigencia desde el 6 de julio del 2020.

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La CFN ofreció dos canales por los cuales los clientes que estén interesados pueden ingresar para obtener información: https://www.cfn.fin.ec/diferimiento-extraordinario-de-obligaciones/ y para consultas personalizadas videollamadas en https://sscenlinea.cfn.fin.ec/asistente/.