El médico intensivista, Ernesto Pazos, jefe de cuidados intensivos del hospital Enrique Garcés, en Quito, asegura que tomó dióxido de cloro y se salvó del COVID-19. El testimonio lo dio ante la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional donde médicos y representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), expusieron sus testimonios sobre uso y además estudios científicos que insisten que no hay evidencia.