Las personas que no logren reunir el dinero para cubrir el pago de este mes de su tarjeta de crédito o deuda con los bancos podrán solicitar diferir ese pago en tres meses.

Y es que son dos plazos los que amplió la Junta de Regulación de la Política Monetaria y Financiera: "60 días adicionales para que clientes y bancos privados puedan acogerse al diferimiento extraordinario de obligaciones crediticias". Esto a solicitud de los clientes o por iniciativa directa de las instituciones financieras.

Y la otra ampliación es de "90 días adicionales para que las operaciones que no hubieren sido pagadas en la fecha de vencimiento, sean transferidas a las correspondientes cuentas vencidas". Este texto completo de la resolución emitida por la Junta el 8 de junio se hizo público la noche del miércoles pasado.

Publicidad

La superintendenta de Bancos, Ruth Arregui, explica estos dos plazos: "Hay días adicionales para que las personas puedan pactar con su banco el diferimiento y también para el número de cuotas que pueden ser diferidas. Hasta agosto se puede hacer esta gestión".

En el caso de la cuotas, al inicio de la cuarentena "estaban diferidas en 60 días y ahora se ha ampliado el plazo a 90 días adicionales, para que usted pueda hacer el diferimiento en tres cuotas, en 90 días son tres cuotas que se estarían difiriendo". Lo dijo en una entrevista a Radio Visión.

El periodo por el cual usted puede acogerse al diferimiento, durante la vigencia de la resolución, no le pueden cobrar intereses de mora, no le pueden mandar a cartera morosa, no va a bajar su calificación crediticia", Ruth Arregui, superintendenta de Bancos

El primer plazo de 60 días coincide con el artículo 12 de la Ley de Apoyo Humanitario, que establece la reprogramación de cuotas de los créditos mantenidos con las entidades del sistema financiero y no financiero.

Publicidad

La Junta de Regulación Monetaria dentro de los diez días siguientes a la vigencia de la ley deberá emitir una resolución para que durante el estado de excepción, y hasta 60 días después de finalizado, todas las entidades financieras, emisoras de tarjetas y empresas que efectúen operaciones de crédito, realicen acuerdos con sus clientes para reprogramar cuotas mensuales. Así establece el proyecto aprobado por la Asamblea Nacional y que no se ha alterado por el veto enviado por el Ejecutivo.

La reprogramación “se aplicará por iniciativa de las propias entidades o en acuerdos con sus clientes y beneficiará a las personas naturales y jurídicas que lo hubieren solicitado y cuya solicitud hubiera sido aceptada por las entidades”. Durante ese periodo de diferimiento todas las entidades referidas estarán prohibidas de generar intereses de mora sobre el capital de lo diferido, agrega el artículo.

Publicidad

Consideramos importante continuar apoyando a aquellos clientes que todavía necesiten algún tipo de flexibilidad financiera, (...) debe ser un proceso voluntario que obedece a un análisis técnico caso por caso. De esta forma, se minimiza el riesgo de no recuperar el dinero y se protege la estabilidad del sistema", Julio José Prado, Asobanca

El presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), Julio José Prado, cree que el veto recoge la importancia de que cualquier proceso de reprogramación, diferimiento o reestructuración de créditos se realice de forma individual, de forma voluntaria, con un acuerdo entre el cliente y el banco, y no de manera generalizada.

Comenta que mientras más oxígeno se pueda dar hoy, a los clientes que realmente necesitan un diferimiento en el pago de sus créditos, se tendrá una mayor probabilidad de lograr cobrar esos créditos más adelante, y que eso ayuda a controlar el índice de morosidad y permite proteger los recursos de los depositantes y mantener un flujo de recursos para poder continuar concediendo crédito.

Tanto Prado como Arregui aclaran que las medidas son para ayudar a quienes realmente lo necesitan, no es para todos; pues hay quienes sí tienen cómo cumplir con sus pagos y eso es lo que hace al sistema estable y sólido como hasta ahora y sostiene la cadena de pagos. (I)