Salir a comer una hamburguesa, degustar suculentos cangrejos o un plato fuerte en un restaurante demandará adaptarse a nuevas modalidades de servicio. Las formas de atención que se tenían a inicios de marzo no están más o, al menos, no por ahora, mientras el coronavirus conviva entre la gente.

Dos meses después de una cuarentena que obligó a cerrar locales y depender de las ventas de delivery, los restaurantes están paulatinamente abriendo en Guayaquil y La Puntilla bajo otros protocolos.

La 'nueva normalidad' de los restaurantes ha obligado a reducir el aforo. Por eso, al entrar, los clientes se toparán con menos mesas para respetar el distanciamiento físico.

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Francesca Ferrero, propietaria de MoroGrill, abrió el local de La Puntilla esta semana. La capacidad del negocio pasó de 60 a 18 personas con la reducción del aforo, que ahora se exige que sea del 30%.

Con el retiro de mesas llegaron cambios en la atención en ese negocio. Los empleados pasaron a usar visores para asistir a los clientes. Para evitar que el comensal tenga contacto físico con la carta activaron el menú virtual. Con eso, el cliente escoge el menú con un código QR desde su celular.

Ferrero, quien es parte de la Asociación de Restaurantes del Guayas, indicó que otros establecimientos del ramo están implementando esta forma de receptar los pedidos.
Tras pasar al semáforo de color amarillo, los restaurantes han abierto con un protocolo base de funcionamiento que exige uso de mascarillas a los empleados, pediluvio para desinfectar calzado, dispensadores de gel, lavado constante de manos, menos aforo.

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Pero algunos establecimientos, por iniciativa, han adoptado acciones adicionales como tomar la temperatura corporal, anotar los nombres de los clientes e instalar paneles divisores para las mesas como se ha hecho en Europa.

La Pata Gorda, cangrejal que comenzó a atender el viernes en Guayaquil, optó por separar las mesas con acrílicos. Para los pedidos también promueve su menú virtual, que se puede escanear con el código.

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Sus propietarios indicaron que instalarán rayos ultravioletas para desinfectar cubiertos y las vajillas.

Los restaurantes de las cadenas rápidas, que también deben reducir el aforo, se acoplan al cambio. Un local de McDonalds de La Puntilla, que ya abrió y sirve de plan piloto, adecuó señalizaciones desde la entrada hasta su cocina para mantener distancia entre personas, mesas, y cajas registradoras. Además cerró la zona de juegos para niños, y para las cajas y en la zona de entrega se instaló separación acrílica.

Francisco Boloña, director de McDonalds Ecuador, indicó que los puntos de Automac tienen divisores acrílicos en ventanillas de atención y puntos de sanitizantes internos y externos para atender en este nuevo escenario. (I)

Son inversiones extras que los restaurantes están ejecutando -unas más allá de los protocolos- para tratar de reactivar un sector que recibió un duro golpe por la pandemia.

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La cifra

La cadena McDonald's indicó que durante la cuarentena tuvo un crecimiento del 50 % en el segmento de delivery, que atendió con Glovo, Uber Eats y Rappi.

Mercado del Río abre el lunes

Los 26 negocios gastronómicos del Mercado del Río, ubicado en el ala sur del malecón, abrirán desde este lunes bajo los nuevos protocolos. Atenderá entre semana de 11:00 a 17:00 y los fines de semana de 10:00 a 17:00.

Nicolás Romero, administrador de ese espacio, indicó que bajo las nuevas reglas el mercado abrirá con un aforo para 240 personas y no 800 como era antes de la pandemia.

El mercado habilitará una terraza al aire libre para atender a otro grupo de clientes, que por el aforo ya no puedan entrar en el área que está frente a los locales.

Romero estimó que la reactivación del sector tras esta cuarentena será un poco lenta debido a las condiciones del país.

Por ello consideró que el Estado debe apoyar al sector productivo no con subsidios ni donaciones, pero sí con ayuda financiera a través de créditos a tasas razonables.

En estos meses hay restaurantes de la ciudad y La Puntilla que debieron ajustar su personal o cerrar sucursales ante la falta de ingresos para sostener las operaciones. El delivery fue una opción para oxigenar en algo la falta de ingresos. (I)