La pandemia de coronavirus ha afectado al mundo entero. Muchos países de América están sufriendo en lo social y económico las consecuencias del virus, sin embargo, un país geográficamente pequeño en la región ha podido tener buenos resultados en sus políticas de emergencia sin necesidad de adoptar un aislamiento obligatorio a sus ciudadanos: Uruguay.

Desde el inicio de la emergencia en el país, el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou optó por una estrategia diferente a la de sus colegas de otros países. Buscó hacer una relación cuidadosa entre salud y economía, apelando a la responsabilidad de la población. En esto se debe tomar en cuenta que en Uruguay viven 3,4 millones de personas.

Hasta ahora le ha dado buenos resultados y solo se han reportado, según cifras oficiales, 734 casos confirmados de COVID-19 y 20 fallecidos a causa de complicaciones relacionadas con el virus.

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Los primeros cuatro casos en el país se conocieron el pasado 13 de marzo, acto seguido se declaró la emergencia sanitaria que incluía medidas como la suspensión de clases, de eventos masivos, actividades no esenciales, pidió a todos quedarse en casa y cerró las fronteras. Hasta aquí todo igual que en otros países.

Pero la diferencia es que el aislamiento no era obligatorio -como lo pedía la oposición- y solo recomendó evitar la salida a la calle. Esto hizo que el comercio se siga moviendo, aunque menos de lo normal.

La vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, ha indicado que estas decisiones se tomaron por que el gobierno -de centroderecha- piensa que la libertades individuales son muy importante, sin descuidar la salud del resto de la sociedad.

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Lacalle dijo desde el inicio de la emergencia que era fácil decir a la gente que no trabaje, pero que era esencial seguir haciendo que los motores de la economía sigan andando.

Para el primer mandatario, si se toman las precauciones necesarias -mascarillas y distanciamiento físico-, no está mal salir y así evitar las consecuencias de estar mucho tiempo en aislamiento.

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En su manejo, Uruguay pidió a los bancos regionales de desarrollo 1400 millones de dólares para financiar las medidas contra el nuevo coronavirus y no tener que recurrir al mercado de bonos -maniobra que han hecho otros gobiernos en la región-.

También se creó un fondo con la captación del 20% del sueldo de los miembros del gobierno, parlamento y otros funcionarios. Ya han recaudado 12 millones de dólares.

En tanto, desde el sector privado se recuadó 100 millones de dólares, principalmente del la industria del agro y que sirvió para reunir alimentos y distribuir a los más vulnerables, según una publicación del portal de noticias Infobae.

Mientras, el gobierno ha dicho que planea gastar 400 millones en la emergencia y abrir líneas de crédito por 2600 millones de dólares a las empresas.

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Lacalle, quien asumió el cargo en marzo, ha iniciado su mandato con los efectos del coronavirus, que ha provocado la mayor desaceleración en Uruguay desde 2002. En contexto, de acuerdo con datos de medios locales, heredó un Estado con un alto déficit fiscal y gasto público amplio. Durante los 15 años anteriores gobernó una coalición de izquierda y centroizquierda.

Este mes el país ya está en proceso de reapertura total y se abrieron las oficinas públicas, escuelas rurales, algunas actividades comerciales, y se prueban proyectos con el sector de la construcción.

El gobierno también ha dicho que en las próximas semanas habrá más apertura.

Medidas efectivas, según el Ministerio de Salud

Según Daniel Salinas, ministro de Salud de Uruguay, el país es uno de lo 42 territorios en los que se le "está ganando" al coronavirus, según el diario uruguayo El País.

Salinas dijo que entre las medidas que han dado resultado estaban la promoción de los beneficios de una consulta temprana, una aplicación móvil que guía sobre la enfermedad y lo pone en contacto con centros de salud, la atención primaria a domicilio para evitar el desplazamiento a hospitales, normas definidas para el personal de salud, se duplicó la aplicación de vacunas antigripales, se recomendó el uso de mascarillas, se trabajó en los diagnósticos para que tuvieran un cuello de botella.

También dijo que eso le ha permitido empezar a tomar medidas de reinserción laboral. (I)