Al parecer una rápida reacción y una serie de decisiones puede ser la clave que le sirvió a varios países con mínima cantidad de fallecidos por casos de coronavirus, a pesar de la propagación del mal entre sus vecinos, que ha dejado miles de muertos en el mundo.

¿Qué tienen en común? De acuerdo a un reportaje de la revista Forbes, esos países están dirigidos por mujeres.

Destaca entre ellas la primera ministra de Alemania, Angela Merkel, quien desde un inicio decidió actuar con total trasnsparencia y les dijo a sus compatriotas que el virus infectaría hasta el 70% de la población del país. Por eso los instó a “tómarselo en serio”.

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A pesar de estar en medio del continente, Alemania tiene número de fallecidos de 3943 personas, alejadísimo de sus vecinos como Italia, España, Francia.

Taiwán

Al mando de un país de 24 millones de personas, Tsai Ing-wen, la presidenta de Taiwán, fue una de las primeras y más rápidas para intervenir. En enero, al primer indicio de una nueva enfermedad, Tsai presentó 124 medidas para frenar su propagación sin tener que imponer las cuarentenas que se volvieron comunes en el resto del mundo.

Según la CNN, Tsai tuvo “una de las mejores reacciones del mundo” y mantuvo la epidemia bajo control: Taiwán informó solo seis muertos.

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Nueva Zelanda

Jacinda Ardern aplicó la cuarentena desde temprano en Nueva Zelanda e impuso el autoaislamiento a los que ingresaban a su país con notable anticipación, cuando recién había 6 casos. Poco después prohibió por completo la entrada de extranjeros. Esa claridad y esa firmeza están salvando a Nueva Zelanda de la tormenta, con 9 fallecidos.

Hasta mediados de abril, el país registra solo cuatro muertes, y mientras otros países hablan de levantar restricciones, Ardern hace al revés: obligó a todos los neozelandeses que regresen del exterior a hacer cuarentena en locales designados durante 14 días.

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Islandia

Bajo el liderazgo de la primera ministro Katrín Jakobsdóttir, Islandia hizo pruebas gratuitas de coronavirus a todos sus ciudadanos, y por ello se ha convertido en un caso de estudio clave en las verdaderas tasas de propagación y mortalidad de COVID-19.

La mayoría de los países tienen pruebas limitadas y solo las utilizan en personas con síntomas activos. Islandia además instituyó un sistema de seguimiento exhaustivo que significa que no han tenido que cerrar las escuelas ni hacer cuarentena. El país tiene 8 fallecidos a causa del concoronavirus.

Noruega

En un mundo de redes sociales, sin embargo la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, decidió usar la televisión para hablarles directamente a los niños de su país. Respondió las preguntas de chicos de todo el país y se tomó un tiempo para explicar por qué está bien sentir miedo.

Finlandia

Sanna Marin se convirtió en la jefa de estado más joven del mundo en diciembre pasado en Finlandia.

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Al tener un pensamiento de millenial, decidió que la mejor manera de informar a su pueblo sobre el virus era a través de las redes sociales, por lo que compartió el mensajen a través de personas influyentes.

Marin reconoció que no todos leen los diarios e invitó a los influencers de todas las edades a divulgar información fidedigna sobre cómo manejar la pandemia.

En resumen, comparando con líderes masculinos que le restaron importancia a la enfermedad, sobre todo a la vertiginosa propagación, como el estadounidense Donald Trump, o el brasileño Jair Bolsonaro, el mexicano Andrés Manuel López Obrador, el accionar de esas li´deres pudiera haber sido digno de imitar. (I)