Corea del Sur comunicó menos de 50 nuevos casos de coronavirus por primera vez desde que alcanzó su pico a finales de febrero, lo que le ha valido los elogios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por combatir la propagación en uno de los primeros países más afectados por la enfermedad.

Los Centros Coreanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (KCDC, por sus siglas en inglés) dijeron el lunes que se habían registrado 47 nuevas infecciones hasta la medianoche del domingo, en comparación con las 81 de un día antes, llevando el total nacional acumulado a 10 284.

El número de muertos aumentó en tres hasta los 186, mientras que otras 135 personas se han recuperado del virus y suman un total de 6598.

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Corea del Sur ha logrado en gran medida controlar la epidemia hasta la fecha, con alrededor de 100 o menos nuevos casos diarios durante el último mes, pero es la primera vez que la cifra de casos diarios cae por debajo de los 50 desde que se notificaron 909 el 29 de febrero.

En febrero se reveló en Corea del Sur el que parecía ser el mayor brote fuera de China. Sin embargo, un programa de test masivos y de rastreo de contactos ayudó a contener el virus, que se ha propagado mucho más rápidamente en otros países.

El presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, mantuvo una conversación telefónica de 25 minutos con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, elogiando el liderazgo de Corea del Sur en la contención del virus, según dijo la Casa Azul, la residencia oficial del presidente.

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Moon dijo en la conversación que Corea del Sur estaba "dispuesta a apoyar activamente a otros países con técnicas de prevención y suministros según las circunstancias lo permitan". El presidente del país asiático añadió que recientemente ha mantenido llamadas telefónicas con unos 20 líderes mundiales.

Ghebreyesus propuso a Moon que ayude a los países del África subsahariana con suministros útiles en la lucha contra el virus, incluyendo equipos de test, dijo la Casa Azul.

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A pesar de la alentadora evolución de Corea del Sur, las autoridades han pedido que se extreme la vigilancia por la posibilidad de que pueda reproducirse una epidemia de mayor envergadura, al seguir surgiendo brotes más pequeños en iglesias, hospitales y residencias de ancianos, así como otros causados por viajeros que regresan del extranjero.

"Estamos tomando con precaución la posibilidad de asumir cualquier tipo de optimismo con respecto a esta cifra aislada", dijo el viceministro de Sanidad, Kim Gang-lip, en una rueda de prensa.

Salir del aislamiento

El sábado, el Gobierno surcoreano extendió su intensa campaña de distanciamiento social durante dos semanas, achacándolo a la persistencia de pequeños focos de infecciones.

Los surcoreanos tuvieron que renunciar a la vida social en febrero, cuando el número de casos aumentó exponencialmente, pero comenzaron a salir de nuevo a la calle recientemente cuando el clima se volvió más cálido y la gente se cansó del aislamiento, dijo Kim.

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El desplazamiento de personas aumentó alrededor de un 20% durante el fin de semana en comparación con finales de febrero, dijo el ministro, basándose en datos de la agencia estatal de estadísticas y de SK Telecom, el mayor operador de telefonía móvil del país.

Desde el domingo, el Gobierno ha endurecido las penas para aquellos que violan las reglas de cuarentena desde las multas de 3 millones de wones (2400 dólares) hasta los 10 millones de wones (8100 dólares) o un año de prisión. (I)