Carlos Estarellas fue designado, junto a otros tres ecuatorianos, árbitro en la Corte Permanente de Arbitrajes de La Haya, en Holanda. Sus otros tres colegas son la fiscal general, Diana Salazar, y los juristas Gonzalo Salvador Holguín y José María Pérez.

Estarellas viajará a ese país en abril próximo por temas académicos, pero aprovechará para conocer el rol que cumplirán.

¿Qué hace esta Corte?

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Es un organismo internacional que se dedica a la solución pacífica de las controversias en el Derecho Internacional. Si bien el arbitraje es una institución antigua, es en el siglo XX que se perfecciona. El árbitro es juez, su sentencia es el laudo arbitral.

¿Qué tipo de conflictos se resuelven en la Corte?

Problemas comerciales, territoriales... Es muy abierto. La Corte es muy activa y los Estados acuden a ella por la seguridad que da.

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¿Hay que firmar algún tratado para ir a la Corte?

Los Estados son parte de esa Corte, no se necesita un tratado adicional. Hay un reglamento para procesar estos asuntos. Las empresas no pueden acceder, pero los Estados pueden llevar casos.

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¿Cómo se designan los árbitros?

Todos los Estados parte pueden presentar candidatos. Envían el currículo y los nomina. Lo importante es que la Corte acepte la nominación. Por eso creo que es un éxito del Estado ecuatoriano haber logrado que se nombre a cuatro árbitros. Por ejemplo, en los años 70 se propuso el nombre de Andrés F. Córdova a la Corte de Justicia de La Haya (que funciona en la misma sede en Holanda). Era un hombre muy capaz, pero no se logró que se lo designe.

¿Cómo es el trabajo?

Se sortea el arbitraje entre todos; obviamente no se sortean sobre asuntos del Estado al que pertenecen. Se conforma el Tribunal Arbitral. Los árbitros se trasladan a Holanda para estar en todo el tiempo que dure el proceso. Cuando se presenta un caso, se pactan honorarios. (I)

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