El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, celebró el sábado el anuncio por el Vaticano de la pronta beatificación del sacerdote jesuita Rutilio Grande y dos laicos asesinados brutalmente en 1977.

“El hecho de que suban a los altares su martirio es motivo de gran alegría para todos, para el mundo y para nosotros”, exclamó Escobar al presidir una misa de acción de gracias por el anuncio papal, en la catedral de San Salvador.

Con retratos de Grande y sus compañeros, con la inscripción “mártires del pueblo”, centenares de feligreses participaron en la misa. La fecha de la beatificación, según el arzobispo, no ha sido revelada.

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Rutilio Grande nació el 5 de julio de 1928 en El Paisnal. Fue ordenado sacerdote de La Compañía de Jesús en 1959, en España. Grande, quien tenía 48 años, y los laicos Manuel Solórzano (72) y Nelson Rutilio Lemus (17) fueron asesinados por un escuadrón de la muerte que ametralló el vehículo en el que viajaban el 12 de marzo de 1977, en las proximidades de El Paisnal, al norte de San Salvador.

El crimen, que conmocionó a la Iglesia, nunca se investigó y se ha mantenido en la impunidad durante 42 años. El papa Francisco promulgó el viernes el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, mediante el cual se declarará beato “por el martirio” de los siervos de Dios a Rutilio Grande García, sacerdote profeso de La Compañía de Jesús, y sus dos compañeros laicos “asesinados por odio a la fe”.

“Que el papa Francisco haya aprobado el decreto de beatificación nos llena de gozo en el alma”, subrayó el arzobispo al recordar que la causa había comenzado a inicios de 2015.

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La nueva beatificación se puede entender como “un reconocimiento del papa al enorme valor humano y cristiano de Grande, referente de justicia”, destacó el analista Juan Ramón Medrano. Para el exjesuita y escritor Walter Raudales, el papa al elevar a los altares a Grande está “ratificando la opción preferencial por los pobres”.

Cuando están por cumplirse 43 años del asesinato de Grande, “por desdicha seguimos viviendo en una sociedad de gran injusticia social, de gran impunidad, de maltrato y marginación social, por eso nuestra sociedad sufre la violencia”, reflexionó Escobar. (I)