Actualizada a las 20:12

La calificadora Moody's bajó la calificación de Ecuador de B3 a CAA1. La nueva calificación coloca los bonos del Ecuador en una muy mala calificación que representa una calidad de bonos especulativa y un muy alto riesgo.

Se trata de una mala noticia para el país, pues se degradan aún más los bonos ecuatorianos, que ya eran considerados como bonos basura, pero ahora lo son mucho más, explica el secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera.

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Las razones que ha expuesto Moody's tiene que ver con que las autoridades del Ecuador enfrentan resistencia para adoptar reformas legislativas. Estas leyes son parte de los acuerdos con el FMI, que le permiten al país acceder a recursos con bajas tasas y amplios plazos. Así mismo dice la calificadora que el acceso al mercado internacional de capitales permanecerá restringido debido a que el país tiene un cronograma de vencimientos desafiante, que empieza en 2022.

Al ser consultado, el ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, Richard Martínez, sobre el tema, señaló que la decisión de Moody's no recoge los esfuerzos significativos que el Gobierno ecuatoriano está haciendo para garantizar la sostenibilidad fiscal.

Añadió que, si bien deben ser valoradas las preocupaciones sobre el año 2022, es prematuro que la calificación se afecte al iniciar el 2020.

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Anunció que se intensificará el diálogo, tanto con inversionistas como con agencias de riesgo, para explicar a detalle el plan de reperfilamiento de la deuda.

Por su parte el banco de inversión Credit Swiss dijo estar sorprendido por la decisión de Moody's de rebajar la calificación. “Si bien entendemos y compartimos las principales preocupaciones que enfrenta el Gobierno en el futuro cercano, mencionar el acceso restringido al mercado antes del vencimiento de los bonos de 2022 ya que la primera razón para la rebaja nos parece prematura, ya que este vencimiento está a más de 24 meses”, dijo.

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Pese a estos argumentos, para Carrera, lo sucedido con Moody’s es “la crónica de una muerte anunciada”, en referencia a que se veía venir este escenario.

Explica que la situación fiscal no es estable, pues el año anterior se cerró con una deuda flotante de $1800 millones; cada vez se sobrevive en el tema fiscal y en el futuro va a haber problemas de ingresos, pues difícilmente se conseguirán los $2000 millones de monetización establecidos en el presupuesto general del Estado.

“El Gobierno cree que porque no es transparente van a lograr mejores resultados y la verdad es que los mercados están muy atentos al desenvolvimiento del Gobierno”, comentó el experto.

Las otras dos calificadores, Fitch y S&P, mantienen una calificación de B- para Ecuador, que es una calificación un poco menos mala.(I)

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