Es un tejido de mucosa que va desde el centro de la lengua hacia el piso de la boca y provoca en los recién nacidos dificultad en la lactancia y en los más pequeños complicaciones al pronunciar palabras con las letras p, r, n o d.

A esta patología se la conoce como frenillo lingual o frenillo corto (anquiloglosia), explica Luiggi Martini, cirujano plástico del hospital de especialidades Guayaquil Dr. Abel Gilbert Pontón.

Publicidad

Según el especialista, se desconoce por qué surge el frenillo pero está relacionado con la genética. "Los niños ya nacen con esta patología", dice.

Expresa que dependiendo del grado de este pliegue de mucosa muchas veces en la lactancia se estira, por la succión que hace el bebé, y llega a romperse, es decir se soluciona.

Publicidad

Cuando no se lo ha detectado en la lactancia durante el crecimiento el niño empieza a tener dificultades para pronunciar palabras con las letras p, n o d. "Muchas veces los mandan a terapias de lenguaje y no detectan el problema cuando es tan sencillo como realizar un ligero corte en este frenillo", expresa.

Síntomas

Un artículo online sobre el tema de Mayo Clinic señala que los signos y síntomas de frenillo corto (anquiloglosia) o también llamada lengua anclada incluyen los siguientes:

  • Dificultad para levantar la lengua hasta los dientes superiores o moverla de un lado a otro
  • Problemas para sacar la lengua más allá de los dientes anteriores inferiores
  • Una lengua que, cuando se saca, muestra una hendidura o tiene forma de corazón

Complicaciones

El artículo de Mayo Clinic agrega que la lengua anclada puede producir lo siguiente:

Problemas para mamar. Al mamar, el bebé debe mantener la lengua sobre la encía inferior mientras succiona. Si no puede mover la lengua ni mantenerla en la posición correcta, el bebé podría masticar en lugar de succionar el pezón. Esto puede causar dolor significativo en el pezón e interferir en la capacidad del bebé de obtener leche materna. En última instancia, la lactancia deficiente puede provocar una alimentación inadecuada y falta de crecimiento.

Dificultades del habla. La lengua anclada puede interferir en la capacidad de emitir determinados sonidos, como "t", "d", "z", "s", "th", "r" y "l".

Mala higiene bucal. En el caso de los niños mayores o los adultos, la lengua anclada puede hacer que resulte difícil quitar los restos de alimentos de los dientes. Esto puede contribuir a la aparición de caries y a la inflamación de las encías (gingivitis). La lengua anclada también puede causar la formación de una brecha o espacio entre los dientes delanteros inferiores.

Dificultades con otras actividades orales. La lengua anclada puede interferir en actividades como lamer un cono de helado, lamerse los labios, besar o tocar un instrumento de viento.

Tratamiento

El cirujano plástico Martini explica que si no se soluciona en la lactancia existe un procedimiento quirúrgico que se llama frenotomía que consiste en aplicar previamente un poquito de anestesia local y se corta este tejido. "Afortunadamente es una mucosa, no tenemos presencia de ningún nervio, vena, arteria (...). Eso se soluciona de una manera fácil, sin dolor y sin sangrado", dice.

"Lo recomendable es que una vez que sea detectada esta patología solucionarla (...) inclusive hay casos en que en la misma maternidad ya salen con esta patología resuelta, sino en el transcurso del periodo de lactancia solito se va a estirar y se va a solucionar", dice Luiggi Martini, cirujano plástico del hospital de especialidades Guayaquil Dr. Abel Gilbert Pontón

El pediatra es el que a través de un examen físico al infante debe diagnosticar esta patología en el caso de existir, señala.

Martini considera que este procedimiento quirúrgico lo debe realizar un cirujano general pediátrico, un cirujano plástico o un otorrinolaringólogo, "siempre que sea un médico debidamente capacitado para hacer este procedimiento".

El procedimiento quirúrgico dura aproximadamente diez minutos, la recuperación es inmediata y el niño realiza su vida normal, expresa. (I)