Rafael Correa, quien gobernó Ecuador entre enero del 2007 y mayo del 2017, es el presidente con el mayor nivel de aprobación a su gestión desde que el país volvió a la democracia: terminó su mandato con el 46%.

Así lo reseña el libro La fuerza de la opinión pública, Ecuador en perspectiva, que recoge el trabajo investigativo de la firma Cedatos, fundada por Polibio Córdova, en 1974.

Correa inició con un porcentaje de aceptación del 68 %. Su nivel promedio fue de 56 % a lo largo de sus diez años.

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El segundo presidente mejor rankeado es Jaime Roldós. Al iniciar su gobierno (agosto 1979) tenía 68 %. Al finalizar su periodo (mayo 1981 tras un accidente aéreo en el que falleció) llegó al 44 %.

El actual jefe de Estado, Lenín Moreno, llegó al 22,8 % a octubre pasado. Inició su gestión con 68 % (mayo 2017).

Pero el porcentaje de Moreno incluso fue más bajo. Al 15 de septiembre, su aprobación fue de 19,8 % y la desaprobación del 74,2 %. Durante las movilizaciones por la eliminación del subsidio a los combustibles, entre el 3 y el 13 de octubre, Moreno tuvo el 8 % el 4. Sin embargo, el 15 llegó al 22,8 %.

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Los mandatarios con menores niveles de aceptación han sido Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad. Ninguno terminó su periodo. El primero llegó al 6 % en febrero de 1997. El segundo, al 7 % en enero del 2000.

El documento recoge, además, la percepción de la población ante el futuro: situación económica, 29,1 %; desempleo/subempleo, 28,5 %; situación política/manejo del Gobierno/manejo de la justicia, 12,5 %; inseguridad/delincuencia/violencia/drogas, 8 %; corrupción, 8 %...

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“Para los próximos meses la situación es incierta... hay una parte de la población que considera muy importante las decisiones tomadas respecto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la organización del grupo asesor internacional para perseguir la corrupción (...) pero otra parte está a la expectativa de las medidas que se tomen para cumplir el acuerdo con el FMI, en los campos laboral y tributario...”.

En el libro se cuenta la situación por la que atravesó Córdova como consecuencia de la presentación de los resultados de un exit poll tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2017.

Por ese hecho le presentaron una denuncia por supuesta falsificación y uso doloso de documento privado falso. (I)