El expresidente de Bolivia Evo Morales dijo este martes en Ciudad de México, donde llegó en calidad de asilado político, que "seguirá la lucha", y que solo habrá paz en su país, que cumplió una semana de protestas, cuando haya "justicia social".

"Gracias a México, a sus autoridades, pero también quiero decirles que mientras tenga la vida seguimos en política, mientras esté en el tren de la vida sigue la lucha, y estamos seguros que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse", dijo en una primera declaración en el hangar del Ejército mexicano.

El líder indígena, que llegó en calidad de asilado político, arribó acompañado por Álvaro García Linera, quien también dimitió el domingo a su cargo de vicepresidente, y la que fuera ministra de Salud, Gabriela Montaño.

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“El presidente de México me salvó la vida”. Esas fueron algunas de las primeras palabras de Morales tras llegar a la capital mexicana.

México le otorgó asilo político a Morales, quien el domingo renunció a la presidencia de Bolivia en medio de presiones del ejército y de semanas de protestas en su contra tras reclamos de fraude en los comicios del 20 de octubre.

El canciller mexicano Marcelo Ebrard le recibió al pie de la escalera del pequeño avión que llegó a México vía Paraguay.

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El viaje de Morales a México se convirtió en un periplo que incluyó escalas y rutas de vuelo casi inverosímiles marcadas por las decisiones políticas de una región dividida sobre la situación en Bolivia.

El gobierno de México dijo que concedía el asilo porque su vida estaba en riesgo. (I)