La mayoría de investigaciones científicas describen la abundancia, composición y fuentes de microplásticos en el océano y playas en todo el mundo, pero poco se sabe sobre la presencia de estos contaminantes en cabeceras de los ríos y glaciares, los cuales constituyen importantes fuentes de agua.

Es por esto que un grupo de docentes y estudiantes de la Universidad Regional Amazónica Ikiam estudiarán el estado del volcán Antisana, ubicado entre las provincias de Pichincha y Napo,  y sus glaciares, para comprobar si los ecuatorianos están o no bebiendo microplástico.

"Resulta muy importante conocer el posible efecto que el microplástico existente en los glaciares puede tener sobre los ecosistemas, dado que se desconoce con exactitud el papel que desempeñan como vectores que transportan sustancias químicas, que constituyen un peligro para los ecosistemas y la salud humana", afirma el centro de estudios. 

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La investigación, que sería inédita en Ecuador, evaluará la abundancia, distribución y composición microplástica presente en el glaciar del Antisana a diferentes alturas: 5200, 5300 y 5500 metros. Aunque no se precisó cuándo se tendrían los primeros resultados. 

Los microplásticos son fragmentos muy pequeños de restos plásticos como botellas.  Estudios han determinado la presencia de estos residuos en el aire y en el agua que proviene de la lluvia.

De hecho, a principios de este año, en una región montañosa supuestamente prístina y remota de los Pirineos en Francia, se encontraron fragmentos de contaminación por plástico que "llueven del cielo", lo que planteó a los científicos incógnitas sobre la amplitud global de este tipo de contaminación.

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Este estudio de Ikiam, al igual que otros nueve de la propia universidad, contará con el financiamiento de la Cooperación Española y de la Unión Europea.

Con el apoyo extranjero, Ikiam también investigará sobre los beneficios a la salud humana de sustancias que poseen ciertas plantas, realizará estudios entomológicos y epidemiológicos que permitan conocer la diversidad de insectos de importancia médico-veterinaria relacionandos con la presencia de especies con enfermedades como el dengue. 

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Además, se estudiará la utilización de hongos para la biorremediación de suelos contaminados por componentes del petróleo y el desarrollo de una nueva tecnología de bajo coste que permita la eliminación de monóxido de carbono de los gases de escape mediante oxidación catalítica, entre otros. (I)