Tan cerca y, sin embargo, tan lejos. A las puertas de Hong Kong, la metrópolis china de Shenzhen, invadida por la propaganda del régimen comunista, siente pocas simpatías por las reivindicaciones de los manifestantes de la excolonia británica.
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Shenzhen se encuentra dentro de la "Gran Muralla informática" impuesta por el Gobierno chino, que bloquea el acceso a informaciones consideradas indeseables por el poder.
Tan cerca y, sin embargo, tan lejos. A las puertas de Hong Kong, la metrópolis china de Shenzhen, invadida por la propaganda del régimen comunista, siente pocas simpatías por las reivindicaciones de los manifestantes de la excolonia británica.
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