El gobierno del presidente brasileño Jair Bolsonaro reemplazó a más de la mitad de los miembros de una comisión que investiga las desapariciones y homicidios ocurridos durante la dictadura del país.

El despido de cuatro de los siete miembros de la comisión fue aprobado el jueves.

Bolsonaro, un exgeneral del ejército, que a menudo elogia a la dictadura militar que estuvo al frente del país de 1964 a 1985 y minimiza los abusos cometidos durante el régimen.

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La comisión fue creada en 1995 como parte de una labor por reconocer la muerte de decenas de activistas políticos.

Bolsonaro defendió la reestructuración y dijo: “El presidente ha cambiado, ahora es Jair Bolsonaro de la derecha”.

Entre los miembros que serán reemplazados se incluye al presidente de la comisión, quien había criticado a Bolsonaro por cuestionar la versión oficial de la desaparición, durante la dictadura, de Fernando Santa Cruz, padre del actual presidente del colegio de abogados de Brasil (OAB).

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"Un día, si el presidente de la OAB quiere saber cómo su papá desapareció en el período militar, le cuento. No va a querer oír la verdad. Se lo cuento", dijo el jefe de Estado.

Según la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), Fernando Santa Cruz era militante del movimiento estudiantil Acción Popular y desapareció en 1974, cuando tenía 26 años, después de ser arrestado por los servicios de inteligencia en Río de Janeiro.

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El mandatario insinuó que Santa Cruz murió por rencillas dentro del grupo armado de izquierda. "No fueron los militares quienes lo mataron. Es muy fácil culpar a los militares por todo lo que ocurre", afirmó.

Bolsonaro apuntó a la CNV, cuyo informe publicado en 2014 concluyó que en los 21 años de gobiernos militares se cometieron 434 asesinatos, que hubo cientos de detenciones arbitrarias y de opositores sometidos a torturas.

"¿Usted le cree a la Comisión de la Verdad? ¿Cuál fue la composición de la Comisión de la Verdad? ¿Fueron siete personas nombradas por quién? ¡Por Dilma Rousseff!", la expresidenta izquierdista destituida en 2016, cuestionó el gobernante ultraderechista.

Rousseff, una exguerrillera detenida y torturada por el régimen militar, es un blanco frecuente de Bolsonaro, al igual que el predecesor de la exmandataria, Luis Inácio Lula da Silva.

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En la sesión de la Cámara que inició la votación por la destitución de Rousseff, el entonces diputado Bolsonaro dedicó su voto al coronel que fue jefe de inteligencia durante la dictadura, acusado al menos de seis asesinatos por tortura. (I)