Con la oferta de importación de vehículos y maquinaria pesada desde Colombia, a precios bajos, una organización delictiva solicitaba dinero a personas incautas como una entrada para la transacción comercial.

Esta modalidad delictiva toma más trascendencia y causa mayor preocupación porque los pagos se realizaban directamente al líder de la organización delictiva alias Capitán, en el interior del Centro de Rehabilitación Social de Ambato. Era un reo el jefe de la banda, según los informes policiales, y este actuaba en complicidad con agentes de seguridad penitenciaria (guías) y otras personas del exterior.

En un operativo realizado el pasado jueves fueron detenidos seis guías carcelarios, cinco civiles y alias Capitán y otros dos internos de esa cárcel. Las evidencias: $ 4800, 23 terminales móviles, documentos, contratos, catálogos, letras de cambio, cuentas bancarias, libretas, 8 armas blancas y dos libros de registro carcelario.

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La operación de esta banda en el interior de la cárcel ambateña deja nuevamente en evidencia que la crisis carcelaria, que incluye matanzas, continúa en el Ecuador, pese a la vigencia del estado de excepción del sistema penitenciario.

El hecho se dio en una semana en la que se suscitó un amotinamiento de la cárcel de Cotopaxi, con un saldo de dos reos fallecidos y un policía apuñalado supuestamente por los reos amotinados, quienes, según versiones de familiares y guías penitenciarios, reclamaban por la supresión de visitas, por la falta de agua y la mala calidad de la comida, y más.

Al día siguiente, el miércoles, cinco reos se fugaron de la cárcel El Rodeo, en Portoviejo, pero fueron recapturados luego de un operativo de policías, militares y otras unidades. 

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Versiones sobre amotinamiento del día 22 en cárcel de Cotopaxi

 

‘Los internos amenazaron con amarrarnos a cilindros de gas’  Agente de seguridad penitenciaria, anónimo

“A eso de las ocho de la mañana (lunes 22) se escucharon golpes en el pabellón TEDA  (Tratamiento Especializado por Dificultades de Adaptación), de máxima especial, denominado así por la Policía.

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En instantes personal del GOE Y UMO de la Policía, que se encontraba de servicio en ese pabellón fueron secuestrados junto con dos agentes de seguridad penitenciaria, tomados como rehenes... Todo el personal de seguridad fue retenido en el patio de los pabellones, los internos rompieron candados, puertas y toda la infraestructura del centro penitenciario. Alrededor de siete agentes penitenciarios, 5 hombres y 2 mujeres, sosteníamos las puertas de las áreas C1 y C2 de máxima.

Allá arribó el resto de compañeros y un grupo de policías para el relevo del TEDA. Al ver esto, los internos lanzaron piedras, rompieron puertas y ventanas, armados con cuchillos amenazaban contra la vida del personal de seguridad si ingresábamos al centro...

Vimos que algunos reos habían alcanzado las terrazas de los pabellones y se escucharon detonaciones de arma de fuego y supimos que en mediana seguridad habían roto seguridades y tomado más rehenes...”.

El motín concluyó a las 11:00; saldo final, dos reos muertos, un policía herido. 

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‘La violencia es solamente de unos cuantos’. Edmundo Moncayo, director general del sistema penitenciario 

“El amotinamiento se produce por las exigencias que ellos siempre tienen de buscar acciones que están fuera de los reglamentos establecidos en los centros de rehabilitación social. Los controles de Fuerzas Armadas y Policía tienen que hacerse a todas las personas y son los que ocasionan este malestar.

“Nosotros no vamos a ceder como Gobierno Nacional a este tipo de exigencias y vamos a tratar de mantener el orden. Buscamos la satisfacción de las necesidades mínimas para los internos, se ha mejorado la comida, queremos mejorar el sistema de infraestructura alimentaria para que ellos puedan tener mejores formas y conceptos de alimentación.

“El agua, si bien es cierto se encuentra racionada, pero existe todos los días un horario determinado para el abastecimiento, estamos trabajando con el Secob para buscar una decisión definitiva. 

“Pero no vamos a descansar, la violencia es de algunos cuantos, el resto de personas que quieren rehabilitarse. Vamos a tomar medidas  a fin de que los causantes de esto (amotinamiento) puedan ser trasladados a otro tipo de instalaciones.

“Con relación al estado de excepción, nosotros estamos realizando todas las acciones pertinentes, a fin de satisfacer esas necesidades de las personas privadas de libertad; sin embargo, estos hechos de pugnas que se suscitan entre organizaciones delictivas a la externa del centro carcelario se pueden volver fácilmente vengadas cuando estas personas ingresan a los centros de rehabilitación social.

“Pensamos que dentro del estado de emergencia buscamos siempre, repito, la satisfacción de la gran mayoría de las personas privadas de libertad.

“Inclusive aquí mismo tenemos la presencia del primer canal de televisión vía Facebook y que producen programas todos los días sábados de las actividades.... Tenemos 45 días de habernos hecho cargo, permanentemente estamos trabajando para que una reinserción social sea al 100%”. (I)