Hace una semana Nayib Bukele (de 37 años) se convertía en el presidente más joven de El Salvador, en gran medida por el rechazo a los partidos tradicionales, su jovial forma de ser y la eficiencia que muestra a través de las redes sociales.

Esto último se ha convertido en su primera polémica porque ha usado Twitter para impartir órdenes a sus funcionarios, algo que sus opositores consideran autoritario porque se salta canales institucionales.

En su primera semana ha ordenado por Twitter despedir a familiares del expresidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) y figuras del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), del que fue parte hasta 2018.

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“Se le ordena al presidente CEL, William Granadino, remover de su cargo a Claudia Sánchez Villalta, hija del expresidente Sánchez Cerén. No contrate reemplazo, envíe su plaza de 4.000 dólares mensuales a ahorro institucional”, escribió el pasado martes.

Varias órdenes de despido con igual modo imperativo han sido publicadas en la última semana por el gobernante, un asiduo usuario de redes sociales con más de 740.000 seguidores en Twitter. Algunos de sus funcionarios le responden: “De inmediato presidente”, “Su orden se ejecutará de inmediato, Presidente @nayibbukele”.

Por la misma vía Bukele mandó a retirar el nombre del coronel Domingo Monterrosa de la tercera brigada de infantería, a quien se considera responsable de una masacre de mil campesinos en la zona de El Mozote durante la guerra civil de la década de 1980. Además ordenó la destitución del director de Protección Civil, Jorge Meléndez, implicado en el asesinato del connotado poeta Roque Dalton en 1975.

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Pese a que muchos respaldan esta nueva forma de comunicación pública de Bukele, sus opositores, de derecha e izquierda –que suman mayoría en el parlamento–, dicen que la actitud del presidente es autocrática.

El especialista en información digital, Luis Assardo, opina que este tipo de estrategia de comunicación busca notoriedad y posicionarse ante la población sin intermediarios. “Quiere decir que no necesita a la prensa, que no necesita algún tipo de intermediario para hacer llegar la información que a él le interesa”.

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Además, para mensajes explicativos usa Facebook Live y no ofrece ruedas de prensa.

En tanto, existe la posibilidad de que Bukele enfrente demandas por despedir por vía Twitter a unos 400 funcionarios. Los afectados dicen que vulneraría una ley de salarios aprobada por el Congreso y que el ejecutivo no ha seguido el debido proceso de solicitarles a los diputados la supresión de los trabajos –tras la eliminación de cinco secretarías–, incluidos en el presupuesto general.

El Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana avaló algunos despidos que, dijo, reflejan nepotismo del gobierno anterior, pero sostuvo que en los despidos masivos se podrían estar cometiendo ilegalidades. (I)