María de los Ángeles Rendón, de 22 años, deseó y esperó con ansias su primer sueldo. Este llegó hace dos años y desde entonces ayuda con los gastos familiares y destina al menos la mitad de sueldo mensualmente al ahorro.

Ella, quien labora como periodista en el canal de la Universidad Católica, dice que las prioridades cambian de acuerdo a las necesidades.

“Estoy ayudando a mis padres con los gastos y también tengo ahorrado porque en esta crisis económica no hay que despilfarrar el dinero”, dice.

Publicidad

Al igual que Rendón, Ericka Sánchez (22 años), quien labora en una agencia de comunicación y Kelly Quijije (25 años) como locutora, aprovecharon los ingresos y dejaron a un lado los gastos “banales”.

Sánchez se compró una laptop y ahorra para una maestría; mientras que Quijije lo utiliza en alimentación y mantenimiento de su vehículo.

Las jóvenes no sobrepasan los 25 años de edad y de acuerdo a cifras del Ministerio de Trabajo, entre octubre de 2018 a la actualidad, 1.538 jóvenes están en nuevas plazas de trabajo.

Publicidad

Rendón, Sánchez y Quijije destinan al ahorro entre $ 50 y $ 400 al mes y utilizan la estrategia de no “dejarse llevar por las emociones” al comprar.

Esta estrategia para los economistas Jorge Calderón y Venustiano Carrillo, y para la socióloga Natalia Garzón es el más acertado, pues afirman que el error más común es no controlarse con el primer sueldo.

Publicidad

Aconsejan primero realizar un presupuesto y poner como prioridad las deudas, sea de un crédito educativo u otras.

Luego, planificar a futuro los ingresos, es decir, en qué se van a utilizar cada mes como en ayuda en el hogar, una maestría, viaje e inclusive la entrada para una vivienda o vehículo.

Después de la planificación, según Calderón, es necesario buscar alternativas que generen más intereses a ese capital como en una cuenta de ahorro, pólizas, ahorro programado y fondos de inversión.

Para Garzón es posible que el joven llegue a cumplir las metas planteadas. Ella afirma que existe un truco que ayuda a no mal gastar el dinero como preguntarse: ¿este producto/servicio, lo necesito o solo lo quiero?, además evitar aquellos gastos que pasan por desapercibidos, como el café, la botella de agua o los antojos .

Publicidad

De su lado, Carrillo señala que no existen excusas para no ahorrar: “Cualquiera que sea el nivel de su primer sueldo, siempre deberá planificar dentro de sus finanzas un porcentaje para el ahorro”. Y añade que se debe ser conservador y responsable con las finanzas indistintamente de la edad. (I)