El presidente brasileño Jair Bolsonaro ordenó recortar personal de un organismo que supervisa la política ambiental, lo que reduce marcadamente el papel de las organizaciones no gubernamentales y aumenta la influencia de los designados políticos.

Activistas y científicos temen que la medida de Bolsonaro provoque más deforestación y menos supervisión ambiental en un país que cuenta con aproximadamente 60% de la selva amazónica.

El decreto emitido el miércoles reduce el Consejo Nacional del Medioambiente de 100 a 21 integrantes. La orden además elimina 105 cargos alternos que generalmente participan en debates. Muchos de ellos son activistas ambientalistas o expertos independientes, y los detractores advierten que las modificaciones harán que sus voces pierdan peso.

Publicidad

El muy influyente consejo debate y recomienda políticas a las autoridades federales, y el Ministerio de Medioambiente indicó que el cambio es necesario para agilizar la toma de decisiones en el consejo, algo que los opositores cuestionan.

“La idea de que esto es para que se vuelva más eficiente no se sostiene”, dijo Carlos Rittl, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima en Brasil, que incluye varios organismo no sin fines de lucro. Rittl añadió que el gobierno de Bolsonaro quiere “más poder concentrado en manos del gobierno y los privilegiados en la iniciativa privada, y debilitar a la sociedad civil”.

El nuevo consejo ahora estará conformado por cinco representantes de gobiernos estatales, dos miembros de consejos municipales, cuatro ambientalistas, dos líderes empresariales y ocho miembros del gobierno federal. El ministro de Medioambiente, Ricardo Salles, seguirá siendo presidente del organismo.

Publicidad

Bolsonaro ha prometido distender las restricciones ambientales para el desarrollo, pero el ministro del Medioambiente explicó que el objetivo del cambio es que el consejo se vuelva más ágil.

En un comunicado, Salles señaló que con el cambio las acciones del consejo “serán más objetivas y enfocadas en la eficiencia y calidad de las decisiones de políticas públicas ambientales”.

Publicidad

En abril se reportó que un plan de transición para el gobierno entrante se quejó de que el consejo era “confuso” y “actúa emotivamente, sin la debida técnica, siendo sujeto de interferencias ideológicas”.

Los activistas señalan que el consejo ha ayudado al país sudamericano a desacelerar el calentamiento global y a sustentar los sistemas climáticos del mundo.

“Esperábamos que las promesas de campaña de Bolsonaro... fueran mera retórica”, dijo Rittl. “Pero este cambio dentro del consejo corresponde a una agenda que va hacia adelante, que busca debilitar la legislación ambiental”. (I)