El Museo Arqueológico Religioso de la Virgen de la Purificación, ubicado en el cantón San Pedro de Huaca, a 20 km de Tulcán, es el nuevo atractivo turístico, histórico y místico de esta jurisdicción carchense.

Está localizado en la casa parroquial, que hace más de dos décadas acopia piezas prehistóricas que son exhibidas junto a varios elementos litúrgicos y el vestuario de la santa, que datan de siglos anteriores.

Juan Bautista Escudero, exsacerdote de la parroquia eclesiástica, inició en el siglo pasado la colección de los vestigios primitivos de la cultura Pasto, asentada en los pueblos de Carchi y Nariño, en la frontera ecuatoriano-colombiana. Su iniciativa tuvo el apoyo de los venideros presbíteros.

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Lenín Hernández, expárroco, promovió la concreción del proyecto, a través de la adecuación de un espacio físico que fue técnicamente ambientado.

En un amplio mobiliario sobre el que caen luces de colores se exhiben 95 de los más de 300 vestidos de la imagen de La Purita, como también llaman a la Virgen de la Purificación. Hay ropa antigua y moderna expuesta en enormes vitrinas con luz interna y externa, de varios cortes, incluso castrenses. También se muestran piezas sagradas y ornamentos.

El vicario Carlos Padilla señala que hay prendas relativas a etnias, instituciones y clubes deportivos, que fueron guardadas por muchos años.

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En otra área se muestra una colección de 1.500 piezas de la cerámica Pasto, distribuidas por fases, según un estudio realizado por Marco Ortiz.

En la primera de tres salas hay una estantería de bisutería mística y joyería, piezas donadas años atrás por los devotos.

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En el área arqueológica consta el precerámico y el negativo del Carchi. En la segunda sala hay ornamentos y atuendos litúrgicos consagrados por los sacerdotes antes del Concilio Vaticano II. También hay jarrones, candelabros, custodias, cálices, copones, acetres y campanas en bronce y plata.

Reposan además libros del archivo parroquial de los siglos XVII y XVIII en los que aparecen actas de defunciones, bautismos y otros registros de la parte celebrativa de la Iglesia.

Hay textos en latín, porque las misas se oficiaban en ese idioma. Además, gráficas de sacerdotes y creyentes.

El arquitecto Giotto Guerra señaló que el museo representa un logro importante para la ciudad. “Se convertirá en un ícono de la provincia y trascenderá a nivel nacional e internacional”, dijo, y destacó el bohío, una réplica construida con bareque y barro, antigua casa donde descansaban los indígenas. (F)

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Museo

Para adultos, el pase cuesta $ 1; para los niños, $ 0,50. Los jueves y viernes el museo está abierto de 09:00 a 12:00; y los sábados y domingos, de 08:00 a 20:00.