La carretera que une el centro de Santa Ana con la parroquia Ayacucho seguía anegada este viernes en algunos tramos, luego de que el río Portoviejo se desbordara. La inundación se inició a las 18:00 de este jueves y hasta la tarde de este viernes se mantenía por las fuertes lluvias registradas en los últimos días, que han afectado a cerca de 2.000 habitantes de más de once cantones de la provincia de Manabí.

En cada trayecto hacia Santa Ana, a un costado de la vía se podían observar colchones, cocinas, enseres que sacaron de sus viviendas por temor a que el río se lleve lo poco que pudieron salvar de la inundación.

Mariana Pico, de la comunidad Tillal Afuera, por ejemplo, tenía tres camas en donde durmió con sus hijos y tres nietos porque su casa estaba completamente anegada y por ello decidió dormir sin techo, con el ruido de los carros y las picaduras de mosquitos.

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“No se pudo dormir tanto por la inundación como por los carros pesados que pasaban por aquí”, indicó Pico. Su hija, Geoconda Zambrano, en cambio, tuvo que ir a dormir a la casa de unos vecinos junto a su hijo Jean Carlos, de 16 años, que tiene discapacidad.

Alexandra Ocles, titular del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos del Ecuador, indicó que tras el torrencial aguacero que cayó el jueves en Manabí se contabilizaron 750 casas con daños y 2.000 personas afectadas, cifras que irán variando luego de la constatación de otros lugares, al igual que la notificación de que ya están 3.000 hectáreas de cultivos afectados. Las ciudades con mayores problemas son Santa Ana, Manta, Jaramijó, Chone, Portoviejo y Rocafuerte.

“Todos estos temas hemos puesto ya en conocimiento del presidente (Lenín Moreno), para poder ir buscando desde el Ejecutivo algunas alternativas y soluciones a la situación”, destacó Ocles, quien aseguró también que debido a problemas en viviendas hay albergues temporales en Manta, Jaramijó y Chone, así como familias que tuvieron daños en sus casas que han sido ubicadas en hogares acogientes.

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Agregó que se mantiene la alerta naranja, que se declaró el jueves, tanto para Manabí como Los Ríos y mientras no haya mejoramiento no se la cambiará, señaló.

Mientras tanto, este viernes, en el casco parroquial de Ayacucho el paso por la vía principal estuvo cerrado con cintas porque el agua aún no evacuaba y, si se daba paso a transporte, los autos removían el agua que nuevamente ingresaba a los locales comerciales y viviendas.

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La fuerza del agua en Ayacucho afectó la carretera que une a esta parroquia con La Unión, pero aun así los conductores y también peatones se arriesgaban a cruzar una calle inundada y con daños.

Fernando Cedeño, alcalde de Santa Ana, indicó que al momento solo en este cantón hay 700 familias afectadas y 10 comunidades aisladas, en poblaciones cuyo nivel del agua llegó en casas entre 1 metro y 1,50 metros, esto luego de la creciente del río Portoviejo, que recibía descargas de más de 200 litros por segundo desde la presa de Poza Honda.

En Chone la situación también es crítica. La Prefectura reconoció que al menos hay unas 40 comunidades aisladas, principalmente en Canuto, donde se desbordó el río. En las parroquias del cantón hay un promedio de afectaciones que alcanzan a más de 365 familias y 500 hectáreas de cultivos. 

Otros cantones

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Chone

En Canuto, en la Unidad Educativa Luis Cordero, están alojadas 32 personas de 5 familias, debido al desbordamiento del río. En Ricaurte, en la Unidad Educativa Antonio Ricaurte, hay 21 personas pertenecientes a 3 familias. En el sector de Casa Grande, 2 viviendas resultaron afectadas. 

Calceta

Se registraron pérdidas agrícolas en los sectores de la ciudadela María Sol, San Felipe, La Karina, Santa Lucía y sectores bajos como Arrastradero, Las Delicias, La Venturita y otros lugares. (I)