Más de 8 millones de cubanos fueron convocados este domingo a un referendo para aprobar una reforma constitucional que busca actualizar la Carta Magna de la isla y atemperarla a los cambios del país impulsados por Raúl Castro como la apertura a la iniciativa privada o la reforma migratoria.

Desde la mañana hubo colas en los colegios en los cuales se instalaron las urnas para que las personas marcaran las boletas por sí o por no del texto de la ley de leyes que continúa definiendo a la isla como una sociedad socialista de partido único. 

Antes del mediodía, el presidente Miguel Diaz-Canel junto a su esposa, Lis Cuesta, sufragaron en uno de los recintos electorales.

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Los cubanos estamos votando por nuestra Constitución, estamos votando por América Latina y el Caribe, estamos votando también por Venezuela, estamos defendiendo a Venezuela, porque en Venezuela se está jugando la dignidad del continente", dijo el presidente Miguel Díaz-Canel, tras depositar su voto.

“CubaVotaSí. Porque es la #Constitución que hicimos juntos cubanas y cubanos”, expresó en su cuenta de Twitter el presidente Miguel Díaz-Canel. “Porque garantiza los derechos de todos y de cada uno de los ciudadanos de la nación. Porque enaltece la dignidad de nuestro pueblo. Porque es antiimperialista”.

La nueva Constitución es modificatoria de la Carta Magna de 1976 que al calor de la alianza de Cuba con el bloque comunista de los países del Este era mucho más cerrada en materia por ejemplo de propiedad o ciudadanía o desconocía algunos derechos.

Esta reforma comenzó a gestarse en abril pasado por una comisión encabezada por el ex presidente Raúl Castro y luego de pasar por el Parlamento fue discutida en miles de centros de trabajo y estudio o comunidades para que los ciudadanos pudieran realizar sugerencias de cambios antes de regresar al legislativo, que cambió un 60% de la iniciativa, y ahora debe ser refrendada.

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Algunos de los cambios del texto de la Constitución de los últimos meses son pequeños giros en la letra, pero otros abrieron debates en el país como un artículo que podría haber abierto el matrimonio gay y que finalmente fue retirado, la elección indirecta del cargo de presidente, como se hace ahora, o gobernadores, esta última una nueva figura a nivel provincial.

En días previos carteles de voto “sí” empapelaron las calles, los autobuses o fue la consigna repetida en los medios de comunicación de carácter público; minoritaria la alternativa del “no”, no tuvo campaña pero se hizo eco en redes sociales. Muchos cubanos son nuevos usuarios de plataformas como Twitter, Facebook o Instagram; o comenzaron a usarlos con fluidez a partir de finales del año pasado cuando se abrió el servicio de datos móviles.

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“Dicen que no somos nada, pero no dejan de actuar contra nosotros, yo VotoRecontraNO”, expresó en Facebook el opositor Eliecer Avila, quien rechazó el texto de Carta Magna como una expresión de continuidad del actual modelo en Cuba y como él casi todos los pequeños grupos disidentes que no tienen estatus legal y las autoridades suelen acusar de ser instrumentos de los grupos de presión sobre todo en Estados Unidos para destruir la revolución.

Desde otros puntos, como algunas iglesias evangélicas -muy activas en contra la Constitución en los últimos meses-, también se exhortó a votar por “no” en relación a temas específicos como la falta de reconocimiento de la objeción de conciencia o la posibilidad de que un nuevo Código de Familia -que debería formularse tras la Carta Magna- reconozca el matrimonio homosexual.

La renovada Constitución también contempla por ejemplo la figura de un primer ministro, las cooperativas, permite la contratación de personas por parte de pequeños empresarios y reconoce que los isleños pueden tener una doble ciudadanía, entre otros.

Aunque las autoridades en los procesos electorales suelen ofrecer a lo largo del día actualización de la cantidad de votantes, no se espera resultados a boca de urna, sino que los porcentajes serían dados a conocer el lunes. (I)

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