El sistema de temperaturas gélidas que paralizó buena parte del centro-norte de Estados Unidos empezaba a amainar el jueves, según los pronósticos, pero las temperaturas aún podrían caer a niveles históricamente bajos en algunos lugares antes de que comience el deshielo.

También persistirán algunos trastornos, como los apagones y la cancelación de vuelos y servicios de trenes. En Detroit será necesario reparar algunas cañerías maestras que reventaron el miércoles, lo que puede repetirse si persisten las temperaturas bajo cero.

El Servicio Meteorológico Nacional dijo que Chicago podría sufrir temperaturas por debajo del récord de menos 32 centígrados (menos 27 Fahrenheit) del 20 de enero de 1985. En algunas zonas aisladas el mercurio podría caer a menos 40 centígrados.

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A medida que las temperaturas regresan a niveles más soportables para el viernes, se espera que más gente regrese al trabajo a la zona metropolitana de Chicago, la tercera más grande del país, que parecía un pueblo fantasma cuando la mayoría de las oficinas dijeron a sus empleados que se quedaran en casa.

La masa de aire polar que envolvió buena parte del centro-norte el miércoles cerró escuelas y negocios, cortó vías de ferrocarril, obligó a cancelar vuelos y tensionó los servicios públicos.

La sensación térmica fue de menos 45 centígrados (menos 50 Fahrenheit) o aún más baja. Solo la gente más resistente se animó a salir a la calle, cubriendo hasta el último centímetro cuadrado de piel contra el frío extremo que en pocos minutos cubría las pestañas y cejas con cristales de hielo.

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El servicio postal tomó la medida extraordinaria de suspender las entregas en muchos lugares y en el sureste de Minnesota ni siquiera las topadoras que despejan la nieve de las calles pudieron operar.

El frío extremo fue producto de una división en el vórtice polar, una masa de aire frío que normalmente permanece en el Ártico. La división permitió que la masa se desplazara más hacia el sur que lo habitual y la temperatura en Chicago era más baja que en la aldea canadiense de Alert, uno de los lugares habitados más norteños del mundo puesto que se encuentra a 800 kilómetros del Polo Norte. (I)