Dice Juan José Arbolí, párroco de la iglesia San Lorenzo, en el madrileño barrio de Lavapiés, que el mayor regalo que han hecho los inmigrantes a España es su gran devoción y su fe.

Desde hace más de una década que la parroquia es sitio de culto de las principales advocaciones latinoamericanas, y hoy recibió a casi medio millar de ecuatorianos que rindieron homenaje a Santa Mariana de Jesús y el Hermano Miguel. El sacerdote relató durante la homilía la historia de los dos santos, no sin antes entonar el tema 'A mi lindo Ecuador'.

Una multitud de ojos humedecidos por la nostalgia se vio esta mañana en la iglesia que en 2006 abrió sus puertas a las primeras imágenes y tallas religiosas. Hoy suman más de una veintena y ocupan los espacios laterales del atrio y el oratorio del templo.

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Ante el embate de la secularización, Arbolí destacó cómo han sido los latinoamericanos quienes han traído su fe en la Virgen del Cisne, la Virgen del Quinche, el Divino Niño… tras años de descenso acusado en el número de fieles que acudían a las liturgias.

"Lo más bello ha sido esa fe", insistió al detallar el aumento de los bautizos, los matrimonios, el número de niños que se preparan para hacer la Primera Comunión, las misas de acción de gracias, las celebraciones de los 15 años, las peticiones para bendecir la moto, el coche, la casa…