En la primera audiencia general del año, ante cientos de peregrinos de todo el mundo reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano, el papa Francisco retomó su ciclo de catequesis sobre la oración y criticó a los cristianos hipócritas, informó el portal prensa.com

“Cuántas veces hemos sido testigos del escándalo de aquellas personas que van a la Iglesia –y se pasan el día allí o van todos los días– y después viven odiando a los demás o hablando mal de la gente”, subrayó.

“Esto es un escándalo. Es mejor no ir a la iglesia. Vive así, como un ateo. Pero si vas a la iglesia vive como un hijo, como un hermano y da un auténtico testimonio, no un contratestimonio”, advirtió.

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Para el pontífice estas personas son “hipócritas” que solo rezan “para ser admirados por los demás”, pero su oración es un “rezo pagano, sin Dios”.

“Ni ellos serán capaces de dialogar con Dios ni tampoco los que rezan como papagayos”, insistió el papa Francisco, señaló el portal.

“El único testigo de la oración cristiana es la propia conciencia, pues es un diálogo íntimo con el padre que nos ama”, destacó.

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Bienaventuranzas

El papa Francisco presidió la primera audiencia general de 2019 en el aula Pablo VI del Vaticano para continuar con las catequesis sobre la oración del padrenuestro, y recordó que en las bienaventuranzas se encuentran los aspectos fundamentales del mensaje de Jesús, indicó el portal aciprensa.com.

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Al comenzar su catequesis, el papa deseó también un feliz año y aseguró que el Evangelio de Mateo coloca el texto del padrenuestro “en un punto estratégico, al centro del discurso de la montaña”, en donde Jesús entregó esta oración a “una gran muchedumbre de rostros anónimos”. Una asamblea grande y “heterogénea”, dijo.

En este discurso de la montaña, narrado en el capítulo 5 del Evangelio de san Mateo, “Jesús condensa los aspectos fundamentales de su mensaje” con las bienaventuranzas, resaltó.

El santo padre explicó que “Jesús corona de felicidad a una serie de categorías de personas que en su tiempo –y también en el nuestro– no eran muy consideradas. Bienaventurados los pobres, los mansos, los misericordiosos, las personas humildes de corazón. Esta es la revolución del Evangelio”, indicó.

Al finalizar, el papa invitó a realizar la oración “desde el corazón, desde el interior”. (I)​

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